Desde lo ancho de las provincias españolas, hasta Chile, Ecuador, Perú, Venezuela, Paraguay, El Salvador, Guatemala y México se celebra el 3 de mayo «La Cruz de Mayo».
Sus inicios se registran a principios del S XVI cuando Juan de Grijalba nombró a la Isla de Cozumel en el Estado de Quintana Roo «Isla de la Santa Cruz». La celebración en México es celebrada en su mayoría por los gremios y miembros asociados e involucrados en el tema y oficio de la construcción, desde albañiles, hasta arquitectos participan en dicha festividad.
La ceremonia de celebración inicia con la colocación de una cruz adornada con flores y papel en la parte alta de la fachada de la obra. Es común, que tanto el dueño de la propiedad como el arquitecto responsable de la construcción del inmueble, ofrezcan a sus trabajadores una comida típica en donde se convive con bebidas como cerveza, tequila, mezcal y comida típicamente mexicana, una tapia, convivencia y una leve juerga.
Religiosamente, la festividad tiene sus raíces en la época bizantina cuando la emperatriz Santa Elena buscó la cruz en la que Jesús murió, sin duda sus orígenes son de tradición pagana que llegaron a España por el dominio del Imperio Romano y a Latinoamérica a través de la colonización.
Como adquirió su asociación con el gremio de la construcción -por lo menos en México- ya que cada país e incluso cada región dentro de un mismo país puede tener una variación, no se sabe bien a bien, sin duda es una de las festividades religiosas con mayor arraigo en México, además de ser un claro ejemplo del mestizaje cultural indígena española.
Mientras que la asociación del gremio de la construcción y de sus trabajadores han dado a esta festividad llena de folclore, sus inicios los encontramos en la época colonial, y la tradición de colocar una cruz adornada en las edificaciones, la cual a su vez era bendecida por un clérigo, costumbre vigente aun hasta nuestros días.
Con ciertas variaciones, el 3 de mayo se celebra con gran fervor desde Chalma en donde se bajan de los cerros las cruces y se decoran con flores a la vez que se realizan danzas. Entre las celebraciones más importantes de la Santa Cruz o 3 de mayo en México se encuentran Xochitepec, Tepoztlán, Milpa Alta y cualquier obra o construcción en desarrollo, ya sea dentro de una gran urbe como el Distrito Federal o una casa en provincia, no importa el nivel económico, los dueños de la casa así como sus trabajadores se reúnen a convivir en este su día.
Arquitectos como Santiago Aspe, Javier Sordo Madama, Pepe de Yturbe, Carlos Herrera, Manolo Mestre, Bernardo Gómez Pimienta, Fernando de Haro, Federico Muñoz Fuentes, Diego Matthai y mi adorado Fernando Raphael (no porque a los otros no los quiera también) estarán celebrando en sus respectivas obras esta importante y representativa mezcla de la idiosincrasia de dos culturas y la mezcla de su simbología en un guateque.
Me pregunto ¿qué hicieron arquitectos como Luis Barragán, Pedro Ramírez Vázquez, Teodoro González de León, Augusto Álvarez y hasta el mismo Ricardo Legorreta en días como hoy?