Las matryoshkas, tradicionales muñecas rusas, inspiraron a la diseñadora Carolina Herrera para crear en el 2010 una línea de carteras, que actualmente es reconocida como una de sus creaciones más emblemáticas.
Se trata de una sencilla bolsa de cuero, marcada con las iniciales CH en bajo relieve y en llamativos colores como blanco, azul marino y tonos metálicos, entre otros, en cinco tamaños que caben perfectamente una dentro de la otra, tal como las matryoshkas.
Para este 2012, Carolina, hija de la creadora venezolana, creó una innovadora colección de edición limitada, en la que intervino únicamente la «mini Matryoshka».
Para crear esta nueva colección se basó en los colores de la colección primavera-verano 2012 que presentó su madre en Nueva York, a los que ella les añadió líneas y geometrías.
Estos bolsos cuentan con colores planos, como el amarillo, negro, blanco, rojo o verde, perfectos para esta primavera, y ya pueden adquirirse en las boutiques de la firma.