El pasado 15 de abril, se conmemoró mundialmente el hundimiento del HMS Titanic, cobrando 1,500 vidas.
Infinidad de libros y artículos han sido escritos sobre una de las grandes tragedias marítimas.
A lo largo del mundo descendientes de las víctimas del Titanic han organizado una serie de eventos conmemorativos honrando la memoria de sus antepasados, desde un barco «El Balmoral» recorriendo la misma ruta parando en la zona del Océano Atlántico en donde el Titanic en su viaje inaugural impacto a un Iceberg causando su hundimiento en la madrugada del 15 de abril de 1912.
Actividades en Belfast en donde el Titanic fue construido y en esta ocasión y por primera vez, la develación de una placa conmemorativa de los 1500 (de 2223 pasajeros) que fallecieron en el conocido y trágico accidente.
Los pasajeros del Titanic estaban divididos en tres clases, definida no solo por el precio del viaje, sino por su clase social y status económico.
Aquellos viajando en primera clase representaban a la crema y nata de la sociedad en sus distintos ámbitos, empresarios, políticos, banqueros y reunían al quien es quien de la época. Una sola persona viajando en el Titanic costaría hoy el equivalente de £63,000 aproximadamente y tenían una serie de amenidades que incluían un gimnasio, cancha de squash, alberca de agua de mar, baños turcos, perreras para las mascotas, entre muchos otros servicios.
De los hombres más ricos del mundo en su momento y el más rico abordo del Titanic el americano John Jacob Astor IV, también falleció a bordo del mismo.
Por otro lado Benjamín Guggenheim, al percatarse de la gravedad del accidente, despachó a su servicio doméstico para que abordaran las lanchas salvavidas mientras que él y su valet Víctor Giglio regresaron a sus camarotes para vestirse de etiqueta y subir por la Gran Escalinata del barco, a donde se les vio por última vez fumando un puro y bebiendo brandy.
El dueño de la tienda departamental Macy´s, Isidor Straus y su esposa Rosalie también fueron algunas de las víctimas de primera clase.
Los pasajero de segunda clase era viajeros de clase media, turistas la mayoría de ellos, incluyendo a la orquesta de 8 músicos, quienes decidieron tocar hasta el final.
Los pasajeros de tercera eran principalmente inmigrantes rumbo a EUA y Canadá.
En torno a una emotiva serie de actividades, la gran pregunta es ¿los restos del Titanic, sobrevivirán otros 100 años más?