Ante el trágico accidente de Bélgica en el que murieron 22 niños y seis adultos en un accidente de autobús, el Rey Alberto y la Reina Paola y los Príncipes Guillermo y Máxima de Holanda, diero sus condolencias en un multitudinario funeral celebrado en el ‘Soeverein Arena’, un polideportivo en la localidad de Lummel, al norte del país.
De esta forma, la Reina Paola mantuvo su mano en la de su marido, el rey Alberto, en gran parte de la ceremonia. A su lado, la Princesa Máxima.
Recordemos que se produjo un choque de su autobús en un túnel de Valais en el que alrededor de 15.000 personas se han concentrado en Lummiel para dar el último adiós.
Para conmemorar a los fallecidos, se pusieron quince ataúdes blancos, con las fotos de los niños, y dos oscuros, para los profesores, fueron transportados por soldados al interior del lugar, en donde se también se instalaron cámaras para que el resto de habitantes de la población pudiesen seguir la ceremonia desde fuera.