«Que la muerte no me separe de mis amigos, ni del rock» es el último deseo del actor Johnny Deep. Así, el artista más aclamado de Hollywood declaró que quiere que su última morada sea un féretro lleno de whisky del que sus amigos puedan beber.
Una idea muy ocurrente inspirada en el funeral de su amigo Hunter S. Thompson, quien pidió que sus cenizas fueran disparadas de un cañón situado en lo alto de una torre, con información de Primeroclark.
«A lo mejor me pueden enterrar en una ataúd con whisky y todo el mundo puede tomar un trago. Hunter siempre soñó con una forma especial de irse. Quiso ser disparado desde un cañón de fabricación casera. ¡Genial! Así que construí un cañón gigante tras su muerte en 2005 y disparé sus cenizas al cielo», explicó el artista, que en los últimos años se ha convertido en un excéntrico.
La vida de Deep está mejor que nunca. Tiene una isla en las Bahamas y vive en Francia con su mujer Vanessa Paradis y sus dos hijos.