Comprender plenamente la legitimidad de Vacheron Constantin en el campo de los relojes joya para mujeres, implica volver sobre su historia hacia 1820, cuando los primeros relojes de bolsillo especialmente diseñados para la mujer aparecieron por primera vez en Suiza.
Mas pequeños que sus equivalentes para hombres, un poco más elegantes, que requiere un regalo para la miniaturización y una gran cantidad de talentos decorativos dominado sólo por un selecto grupo de fabricantes de relojes que incluyen a Vacheron Constantin.
A finales del siglo 19, el reloj comenzó a afirmar su legitimidad estética y funcional. La historia se desprende inequívocamente que era, ante todo, diseñados para las mujeres antes de ser adoptado por los hombres… Vacheron Constantin inmediatamente notó el potencial del mercado femenino.
En 1887, la marca creó una serie de 30 relojes exclusivamente para mujer – una cantidad considerable para la época, y un acontecimiento en sí mismo, ya que fue una de las primeras series de fabricación del reloj de pulsera.
Fiel a la reputación de la compañía de mano de obra fina, fue equipado con un revolucionario sistema que sirve tanto para dar cuerda al reloj y/o ajustar la hora con sólo girar el bisel y evitando así la necesidad de una corona. Este reloj histórico ganó un premio en la Exposición Universal de París en 1889.
En el siglo 20, una hazaña impresionante de la miniaturización establecido un nuevo hito en este campo: el reloj de pulsera con forma de baguette – el más delgado del mundo – ostentando un calibre hecho en 1914 por Vacheron Constantin y con una corona colocada en la parte posterior de la caja, abriendo nuevos horizontes estéticos para los relojes de joyería, mientras que, no obstante de cumplir con los estándares de alta precisión de la marca. Hoy en día, la línea de reloj Kalla utiliza el movimiento de Vacheron Constantin 1005, un heredero directo de la talla original lanzado en 1914.