Se conoció la noticia que muchos estaban esperando: finalmente y según los médicos forenses, la cantante Amy Winehouse falleció por haber consumido excesivas cantidades de alcohol.
Las especulaciones sobre la muerte de una de las mejores cantantes de soul de los últimos tiempos fueron varias, pero hoy recién pudo comprobarse que la cantante «había consumido voluntariamente grandes cantidades de bebidas alcohólicas y se expuso a las consecuencias», según manifestó la médica forense Suzanne Greenaway.
Por esta razón, la familia de la cantante está contenta con saber lo que realmente le ocurrió a Amy. «La corte escuchó que Amy estaba luchando arduamente para superar su problema de alcohol y para nosotros es motivo de gran dolor que no haya ganado a tiempo», manifestó el vocero.
Al parecer, antes de beber la gran cantidad de bebida que causó su muerte, había tenido tres semanas de abstinencia. Esto terminó siendo una consecuencia «no deliberada» del trágico desenlace.