Hoy hace 60 años se firmaba la Declaración Mundial de los Derechos Humanos en París, Francia.
Este acuerdo es el cimiento de las normas internacionales de derechos humanos, la primera declaración universal sobre los principios básicos de los derechos humanos inalienables, y una norma común de comportamiento para todos los pueblos y todas las naciones.
Debido a las atrocidades que se produjeron durante la II Guerra Mundial,las Naciones Unidas establecieron que era necesario establecer los derechos que toda persona, independientemente de su género, origen o condición, tiene.
Al poco de las terribles consecuencias que tuvo la bomba atómica, nació la Declaración, que ha sido traducida a 330 idiomas, dato equiparable solamente a la Biblia. La carta de derechos fundamentales se ha mantenido inalterable al mismo tiempo que se sucedían los acontecimientos mundiales, como el mayo francés del 68, la primavera de Praga o la caída del muro de Berlín.