El joven Gilbert Brule salió con su novia a pasear al perro en Vancouver, Canadá, y terminaron con Bono, el legendario cantante de U2 en el auto. Brule y su novia, Kelsey Nichols iban al parque a pasear a Bella, su pastor alemán, cuando vieron dos personas a la vera de la ruta pidiendo aventón cerca del Club de Yates de Vancouver. A Brule le pareció que uno de los muchachos tenía un “aire” al cantante y quiso volver para atrás para confirmarlo. Su novia, incrédula, le dijo que era imposible que el ícono de la música estuviera en la carretera caminando, pero luego de unos minutos él decidió volver a checar. Los caminantes estaban todavía allí, y ¡era Bono!. El irlandés le contó que habían salido a caminar cuando se largó a llover, y le pidió un ride a Horseshoe Bay. Bono y su asistente iban sentados al lado de la pastor alemán.
Brule le comentó sobre su carrera como jugador de jockey y fanático de los “Oilers”. “Salimos a pasear al perro y terminamos con Bono en nuestro auto” recapitulaba Brule. Bono devolvió el favor invitándolos al concierto y expresando al público en el escenario durante el concierto del miércoles siguiente en el Commonwealth Stadium: “Me gustan los jugadores de hockey porque son el tipo de persona que levantan a las personas que piden aventón”. También los invitó al concierto y en el pase de Nichols escribió “Gracias por el ride” y en el de él escribió “Mi héroe Gilbert”.