El tenista español Rafael Nadal se impuso en dos sets a su compatriota y amigo David Ferrer por 6-4 y 7-5, alzándose con la séptima corona consecutiva en el Masters 1.000 de Montecarlo.
Se trata del trigésimo título del número uno del mundo sobre tierra batida, los mismos que Bjorn Borg y Manuel Orantes, y su duodécima victoria en enfrentamientos directos frente a un David Ferrer que le plantó cara, pero que no pudo aguantar el empuje del rey de la arcilla.
El Montecarlo Country Club es prácticamente un coto en propiedad de Nadal. El número uno logró con este su séptimo título consecutivo, siendo el jugador más laureado en la historia del torneo.
Este lunes Nadal aseguró que la victoria del pasado domingo en Montecarlo, le dio la «confianza» necesaria para poder «mejorar», pero al mismo tiempo recordó que «no» es «invencible» en tierra.
Eso sí, afirmó que a pesar de tener el primer puesto asegurado, salir a «defender los puntos» en los siguientes torneos sería un error. «Estoy feliz por cómo fue la primera semana, hay que aprovechar la confianza de esta semana para seguir mejorando», declaró en su primera rueda de prensa en el Barcelona Open Banc Sabadell-59º Trofeo Conde de Godó.