Para el 2011 Rosa Clará presenta dos grandes líneas: una inspirada en principios del siglo XX, en el art nouveau.
Vestidos joya con pedrerías espectaculares combinados con trajes muy sencillos realizados en tejidos extremadamente ligeros como el voile de seda.
Por otro lado, se ha trabajado el volumen investigando en tejidos para crear trajes con faldas de grandes volúmenes pero muy vaporosas que se combinan con cuerpos de talles cortados en la cintura inspirados en corsés lenceros.
Rosa Clará fue pionera en presentar, en su primer desfile, la mezcla sutil del blanco y el negro en la novia.
En su quince aniversario retoma esta mezcla y la hace más evidente, presentando el blanco y el negro como colores opuestos que combinados son de una elegancia absoluta y forman parte de la historia de la marca.