Lotus vuelve a la Fórmula 1, y esta vez de verdad. La temporada pasada fue un experimento malayo que lo único que hizo era aprovecharse de la licencia del nombre.
Sin embargo, ahora estamos ante el auténtico fabricante británico de Hethel que vuelve para triunfar como ya lo hizo en los años 70 y 80. Aunque está en las manos malayas de Proton, regresa con toda la esencia que hizo que fuera una monoplaza entrañable.
Eso es así porque volverá a lucir los colores negro y dorado. Lotus Renault GP, que así es como se llamará la escudería, sustituirá a partir de la temporada que viene a Renault F1.
La fusión ya se ha firmado y Renault dejará de ser constructor. Ahora simplemente será suministrador de motores y tecnología, algo que no les ha ido nada mal si tenemos en cuenta que los Red Bull, ganadores tanto del mundial de constructores como del mundial de pilotos, han triunfado con sus propulsores.
La sede de Renault Sport F1 estará ubicada en Viry-Chatillon, donde Renault F1 producía hasta la fecha sus motores. Sus trabajos, además de ir a parar a Lotus Renault GP, también serán aprovechados por Red Bull y Malasya Racing Team (escudería que la temporada pasada conocíamos como Lotus Racing).