LLega el invierno y aparecen los cuellos de lana, gorros tejidos o las bufandas, pero para contrarestar tantas capas de abrigo, los diseñados han utilizado más que nunca un estilo que nunca falla: las transparencias.
Como máxima expresión de sensualidad, las transparencias de este invierno se vienen con acabados opacos para jugar con la insinuación y no el destape absoluto.
El origen de esta tendencia se remonta al año 1966, cuando el genio de la moda, Yves Saint Laurent, escandalizó a la sociedad de París proponiendo prendas transparentes en la Alta Costura. A partir de ese momento se ha visto el apasionante juego de las transparencias como moda.