Las estrellas Zinedine Zidane y Ronaldo se encontraron para un partido de estrellas en Marruecos para luchar contra la pobreza del país, pero cientos de jóvenes se quedaron a las puertas del estadio al no poder pagar las entradas.
Aproximadamente la mitad del estadio estaba vacío porque la multitud de aficionados esperaba bajo la intemperie con la esperanza de ver a sus héroes.
Las entradas para el partido caritativo se vendieron por un precio que oscilaba entre los 50 y los 1.000 dirhams (4,50 euros y 90 euros), y los organizadores dijeron que muchas fueron adquiridas por empresas que luego las donaron a grupos locales para el desarrollo para que las distribuyeran entre los menos favorecidos.
Una ocasión similar recaudó aproximadamente 600.000 euros el año pasado para proyectos como microcréditos para las Islas Comores, un teatro en Río de Janeiro y sistemas de canalización en Sri Lanka.
El partido tenía el objetivo de promover los Objetivos del Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, entre los cuales está erradicar la pobreza y el hambre extremas, conseguir la educación primaria universal y reducir la mortalidad infantil.