Como el Parlamento prohibió, a partir del 1 de enero de 2012, las corridas en Cataluña, el alcalde de Béziers, al sur de Francia, declaró que está dispuesto a recibirlas en su ciudad.
A través de un comunicado, la ciudad francesa informó que la ciudad tiene una tradición torera, geográficamente muy cercana a Cataluña, y con una gran capacidad para te tipo de espectáculos.
El texto argumentó: «En función del desenlace jurídico de un expediente que aún no está cerrado, porque depende ahora de la decisión del tribunal constitucional español, el alcalde Raymond Couderc tiene previsto reunirse con los clubes de toreros de Cataluña». «El objetivo de esta reunión es tratar la recepción y la organización de citas de corridas de toros».