La ciudad de Praga, capital de la República Checa, es una de esas ciudades únicas en el mundo que enamoran a sus visitantes con sus ilimitadas atracciones de encanto, convirtiéndola en una de las 20 ciudades más visitadas del mundo.
La ciudad de Kafka, Milan Kundera, la música clásica de su filarmónica, la historia, las cervecerías tradicionales, su arquitectura, iglesias y edificios, han convertido a esta ciudad capital en un destino obligatorio en Europa, que no decepciona los viajeros.
Una de las atracciones modernas de esta ciudad es la Casa Danzante del reconocido arquitecto Frank Ghery, emplazada a orillas del rio Moldava en la parte nueva de la ciudad, una verdadera maravilla de la arquitectura.
La ciudad nueva, denominada en checo Nové Mesto, cuyo epicentro comercial es la Plaza de Wenceslao, es también el distrito donde se levantan algunos de los hoteles más sofisticados de la ciudad. Allí, por ejemplo encontramos al Yasmin Hotel, con 198 habitaciones y un diseño audaz y contemporáneo, ideal para quienes valoran los detalles y la armonía.
El Yasmin, elogiado por Mr. Y Mrs. Smith, tiene cuartos muy espaciosos y un restó-café cuya decoración amena se luce con las lámparas de Tom Dixon. La oferta gastronómica es también acorde al nivel de este selecto hotel, y se pueden disfrutar desde platos checos hasta coreanos y alemanes.
La ubicación del hotel es perfecta para recorrer el resto de la ciudad. El casco histórico de Praga tiene ese toque especial que traslada a los visitantes en el tiempo de nuevo al 1800, con sus torres y palacios de época muy bien cuidados. Una ciudad donde los museos también deben visitarse y donde el museo de Franz Kafka abierto desde 2005 no puede dejar de ser visto.
Una de las atracciones más bonitas de la ciudad es el castillo, que se encuentra emplazado en uno de los puntos más altos de la ciudad desde donde pueden apreciarse unas vistas de ensueño de la ciudad de “las cien torres”