Unas de las botellas más caras del champagne Veuve Clicquot podrían ser las que unos submarinos encontraron en el fondo del mar Báltico.
Al parecer 30 botellas de la casa de Champagne más famosa del mundo podrían convertirse en las mejor vendidas o mejor dicho subastadas.
Se dice que éstas podrían haber sido enviadas por Luis XVI a la corte imperial rusa hacia 1780. Esta marca comenzó a embotellarse en 1772.
Al parecer aún conservan la efervescencia en el interior de la botella y que posee «un sabor fabuloso con mezcla a tabaco y roble» según las primeras «catas», tuvo lugar a 55 metros de profundidad en las costas de las islas Aaland, un archipiélago situado a medio camino entre las costas suecas y las finlandesas.
Los expertos estiman el precio de partida de cada botella en una subasta será de aproximadamente 68.000 dólares.