Es uno de los automóviles más bellos que existen y se hizo mundialmente famoso por ser el vehículo preferido de James Bond.
Precisamente en el rodaje de la última película del conocido agente secreto fue que chocaron, un Aston Martin DBS, el coche deportivo de lujo, que consigue una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 4.3 segundos, consiguiendo una una velocidad máxima de 302 km/h.
El autor del siniestro fue un técnico de Aston Martin, mientras se filmaba el filme Quantum of Solace. El coche está valorado en 233.000 dólares, aún habiendo quedado hecho un montón de chatarra. Pero esto no es todo, porque apareció un fanático de James Bond, que está dispuesto a pagar por el Aston Martin DBS roto la suma de 350.000 dólares. Al parecer el comprador tiene mucho dinero y podría usarlo para un próximo museo de 007.