Una colección de pinturas, algunas de ellas poco conocidas, dibujos, postales, cartas, figuras prehispánicas y libros, forman parte de la nueva exposición en el Museo Casa Azul Frida Kahlo que recoge aspectos de la vida diaria de la pareja formada por la pintora y su esposo Diego Rivera.
El director del museo, Carlos Phillips Olmedo, señaló que la exhibición »Retrato de Diego por Frida», que se inaugurará el jueves, permitirá a las nuevas generaciones conocer perfiles poco conocidos del matrimonio, sus búsquedas estéticas y sus personalidades multifacéticas.
A pesar de su nombre, la colección no se limita a retratos de Diego pintados por Frida, sino que muestra sus respectivos intereses y cómo se complementaban.
»Hay varios elementos innovadores, sobre todo aquellos que marcan el contraste entre la educación europea que los formó y el amor que profesaron a nuestra cultura», dijo Olmedo, según comunicado de prensa divulgado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
»Esta mezcla única convierte a Diego Rivera en uno de los maestros de la pintura más importantes del siglo XX a nivel mundial», agregó.
El curador de la exposición, Ricardo Pérez Escamilla, señaló que las piezas »nos adentran en sus vidas y sus pasiones fundamentales: el arte, la lucha social y, ante todo, México».
La exposición incluye cartas entre Rivera y el físico alemán Albert Einstein.
»Desde hace unos años teníamos conocimiento de estas cartas que muestran la profunda inclinación que Rivera siempre tuvo por la ciencia. Después de algunas gestiones, se logró rescatar parte de estos materiales de la fundación que resguarda el Archivo Einstein en Europa», indicó por su parte la investigadora Ingrid Suckaer.
Asimismo, los visitantes podrán ver por primera vez dibujos de Diego pertenecientes a su etapa cubista, así como cuadros de esa misma época como »El despertador», »Mujer con cuerpo de guitarra» y »Paisaje urbano».
Además se exhibe un mensaje a Rivera escrito por Pablo Picasso y un arete que el artista español le regaló a Kahlo.
El cuadro »La quebrada» que Rivera terminó de pintar dos años después de la muerte de Kahlo y que le dedica con un mensaje, también está en la muestra.
En el jardín, donde aún se conservan muchos de los árboles que la pareja cultivó y piezas arqueológicas que se dedicaron a coleccionar, se despliegan algunas de las frases de los artistas.
La colección es parte del material encontrado en el 2005 en un clóset que se mantuvo sellado en la casa que habitaron los artistas y que sólo fue abierto después de la muerte de Dolores Olmedo, quien quedó a cargo de todas las obras, según lo dictaminara Rivera en su testamento.