- Modelos de serie con tecnología de competencia en pista
- Aptos para el uso diario y perfectos para la pista de carreras
- La construcción ligera consistente se une a una dinámica de conducción excepcional
La presentación del primer Porsche 911 GT3 en el Salón del Automóvil de Ginebra en marzo de 1999 marcó el comienzo de una nueva era para el fabricante de automóviles deportivos de Zuffenhausen. Un cuarto de siglo después, Porsche repasa la historia de éxito de un icono de la competencia, caracterizado por su rendimiento y precisión.
Durante 25 años, cada Porsche 911 GT3 ha representado la esencia de la marca. Cuatro generaciones de este deportivo sin concesiones forman parte de la historia de éxito del 911, que ofrece un rendimiento impresionante tanto en carretera como en la pista.
“En el 911 GT3, la construcción ligera se combina con una dinámica de conducción excepcional y un diseño inconfundible”, afirma Andreas Preuninger, Director de Modelos GT. “Tanto la versión de carreras como la de carretera llevan el ADN Porsche y reflejan la experiencia de la compañía en la competencia. Una pequeña parte de cada victoria en los circuitos de todo el mundo está contenida en cada GT3”.
En Porsche, es tradición que los modelos de serie se construyan sobre la base de elementos que han demostrado su fiabilidad en las condiciones más exigentes en las carreras. En este sentido, el GT3 lleva el sello del departamento de competencia de Porsche como ningún otro 911. Durante 25 años, el deportivo homologado para carretera se ha superado a sí mismo en cada nueva edición, convirtiéndose en un modelo aún más rápido, preciso y dinámico. Y, por supuesto, las versiones de carreras del 911 GT3 también han cosechado grandes éxitos. En los libros de historia figuran numerosas victorias absolutas y de clase en pruebas de resistencia tan importantes como Nürburgring, Spa o Daytona. “El GT3 se encuentra como en casa en los circuitos, pero al mismo tiempo es un deportivo de altas prestaciones apto para el uso diario”, declara Roland Kussmaul. Durante cuatro décadas, este hombre nacido en Luisburgo trabajó como ingeniero de carreras y piloto de pruebas en Porsche AG.
La evolución de un icono de las carreras
En marzo de 1999, Porsche presentó el 911 GT3 de la generación 996 en el Salón del Automóvil de Ginebra. Unos meses más tarde, se lanzó al mercado siguiendo los pasos de los icónicos modelos Carrera RS. Bajo el cofre del primer GT3 se escondía un motor de 3.6 litros, una evolución del bóxer atmosférico de seis cilindros del 911 GT1, que en este caso entregaba una potencia de 360 HP (265 kW). El bicampeón del mundo de rallyes Walter Röhrl condujo el deportivo por el trazado Nordschleife de Nürburgring, de 20.8 kilómetros de longitud, alcanzando una velocidad máxima de 302 km/h y fijando un tiempo por vuelta inferior a 8 minutos.
Aquella fue la primera vez que un auto homologado para carretera lograba ese hito. Para ser exactos, 7:56.3 minutos de glorioso sonido a altas revoluciones. El propulsor del primer GT3 daba su potencia máxima a 7,200 rpm y llegaba a la zona roja a 7,800 rpm. “Es el vehículo de carretera más emocionante de Porsche en este momento”, comentaba Röhrl tras conseguir rebajar aquella cifra mágica. “La precisión de su chasis permite afrontar todo tipo de curvas a gran velocidad. Solo es posible encontrar una puesta a punto similar en el mundo de la competencia”.
Cada tres o cuatro años, Porsche presenta una nueva evolución de este modelo deportivo reconocido internacionalmente. Todas ellas heredan las mejores innovaciones de la competencia. La primera actualización del 911 GT3 apareció en 2003 y trajo consigo un aumento de potencia de 21 HP (15 kW). Se basaba en el principio de ofrecer más caballos y más par con la misma cilindrada y el mismo consumo de combustible. Tres años después, la comunidad mundial de seguidores del 911 más purista celebraba el aumento de rendimiento del bóxer, que alcanzaba ahora 415 HP (305 kW) y elevaba su régimen máximo de giro a 8,400 rpm. Además del concepto de altas revoluciones, Porsche optimizó el sistema de admisión en la generación 997 del GT3 para así mejorar las prestaciones. Otra novedad fue la incorporación del sistema de suspensión activa Porsche Active Suspension Management (PASM).
En la siguiente actualización del 911 GT3, en 2009, los ingenieros elevaron la cilindrada del motor a 3.8 litros y la potencia a 435 HP (320 kW). Para conseguir una experiencia de conducción aún más intensa, también mejoraron algunos componentes del chasis y la aerodinámica. A este respecto, se rediseñó el alerón trasero y se cubrieron por completo los bajos. Esto aumentó la carga aerodinámica de una forma muy eficaz, hasta duplicarla en comparación con su predecesor.
Tercera generación en el 50º aniversario del Porsche 911
La tercera generación del 911 GT3 hizo su aparición en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2013. Porsche presentó una remodelación completa del GT3 con motivo del 50º aniversario del 911. En este modelo, el motor, la caja de cambios, la carrocería y el chasis eran nuevos. El bóxer de 3.8 litros entregaba una potencia de 475 HP (350 kW) y permitía alcanzar una velocidad máxima de 315 km/h. La introducción de la transmisión Porsche de doble embrague (PDK) en el GT3 supuso una revolución que permitió hacer más rápidas las transiciones entre marchas y mejorar las prestaciones. El chasis con dirección activa del eje trasero y otras mejoras aerodinámicas hicieron de este GT3 uno de los 911 más ágiles y precisos de todos los tiempos. Así quedó demostrado tras firmar un tiempo por vuelta en Nürburgring-Nordschleife de menos de 7 minutos y 30 segundos.
Tuvieron que pasar cuatro años para que el fabricante de deportivos volviera a superarse a sí mismo con el siguiente GT3. El motor bóxer de seis cilindros aumentó su cilindrada a 4.0 litros y su potencia a 500 HP (368 kW). Los clientes podían elegir entre el cambio PDK y uno manual de seis velocidades. Esta última opción atraía especialmente a los conductores más puristas, como también lo hacía el paquete Touring opcional, que sustituía el alerón trasero fijo por un spoiler de extensión automática. La aerodinámica y el chasis perfeccionado hicieron del deportivo una máquina aún más precisa.
El actual 911 GT3 se basa en la generación 992 del 911. Con este deportivo, presentado en 2021, Porsche continúa su tradición de establecer referentes en el segmento de los vehículos de altas prestaciones. El propulsor bóxer de seis cilindros y 4.0 litros rinde ahora 510 HP (375 kW). Las innovadoras tecnologías de pista, como la suspensión delantera de doble horquilla, y la aerodinámica optimizada con un característico alerón trasero de cuello de cisne, convierten al GT3 en uno de los 911 más avanzados de todos los tiempos. Esta generación combina mejor que nunca las cualidades para un uso en pista y en carretera.
Después de 25 años, el 911 GT3 sigue siendo sinónimo de rendimiento deportivo e innovación tecnológica. Porsche avanza para continuar la historia de éxito del GT3 con nuevos modelos y liderazgo tecnológico. Como siempre, la pasión por la competencia y el entusiasmo por las prestaciones siguen estando en el centro de todo lo que hace la marca.
Felicitaciones para el 911 GT3 por su aniversario:
Andreas Preuninger – Director de Modelos GT
“Desde mi primera experiencia con el 911 GT3 he estado completamente fascinado por este auto. Fue ‘amor a primer volante’, allá por 1999, como instructor en la Escuela Porsche de Conducción Deportiva. Mi afinidad con este fabuloso vehículo terminó influyendo notablemente en mi carrera. A partir de la segunda evolución del 996 GT3 pude contribuir a su desarrollo como Director de Proyecto. En los últimos 25 años, el GT3 se ha hecho cada vez más potente y deportivo, y es, sin duda, uno de los vehículos más emocionantes que se han fabricado. Es mi auto favorito, ya que establece una fuerte conexión entre el conductor y la máquina. Tras 25 años y varias evoluciones, esto no ha cambiado, sino más bien lo contrario. Y así seguirá siendo en el futuro”.
Jörg Bergmeister – Piloto de desarrollo de la gama 911 y embajador de Porsche:
“Hace 30 años tuve el honor de disputar mi primera carrera con un Porsche. Fue en 1999, en la 911 GT3 Cup, con un 996. Para mí, un 911 GT3 es la simbiosis perfecta entre un auto de pista y uno de carretera. Porsche ha tomado muchas características de los vehículos de carreras y las ha trasladado a la producción en serie con este modelo. En un GT3, el placer de conducir y las prestaciones están siempre en el centro”.
Timo Bernhard – Ganador absoluto de Le Mans, Jefe de equipo y embajador de Porsche:
“He tenido la suerte de conducir todas las generaciones del 911 en competencia. El 911 GT3 es mi modelo favorito. Son muchas las historias de éxito que he vivido con él durante mi carrera: desde victorias como piloto Júnior de Porsche hasta otras en la Porsche Carrera Cup, pasando por el primer triunfo en el DTM para Porsche con la generación 991 del 911 GT3 R en 2022. En los últimos 25 años, cada GT3 ha aportado lo máximo en términos de rendimiento y experiencia”.
Walter Röhrl – Bicampeón del mundo de rallyes, piloto de desarrollo y embajador de Porsche:
“Para mí personalmente, el 911 GT3 es un auto de carreras para la calle. El 911 GT3 de la primera generación (996) me recordó inmediatamente al 911 Carrera RS 2.7, dado que las prestaciones y el motor habían vuelto a ser el centro de atención. Junto con Roland Kussmaul, también pude participar en el desarrollo de este modelo. Por ejemplo, desaconsejamos los semi-slicks y recomendamos neumáticos normales. Y hablando de neumáticos de calle, precisamente con este tipo de ruedas establecí un nuevo récord de velocidad. Fue en Nürburgring, donde rebajé la mágica barrera de los ocho minutos por primera vez con un auto de serie. El GT3 es ahora el auto de los sueños de todo piloto y aficionado a la conducción más exigente”.
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