Unos shorts de seda, un top de macramé, un vestido con atrevidos recortes y una cesta: cuando la universitaria de Longchamp se va de vacaciones, nunca olvida mantener el estilo.
Salir a alta mar en spring-break es la opción adecuada para todos los estudiantes parisinos. A los estudiantes de la Universidad de Longchamp les gusta hacer escala en Saint-Tropez. Un lugar tan mítico como la Ciudad de la Luz. Desde la película «La Piscine» («La Piscina») hasta «Et Dieu… créa la femme» («Y Dios creó a la mujer»), el pueblo de Saint-Tropez está en el corazón de historias que han marcado los tiempos. Hoy, la chica que se queda en Saint-Tropez sigue amando la libertad, riendo bajo el sol y vistiendo ligera con un toque chic y glamuroso. «Al igual que la parisina tiene ese pequeño «je-ne-sais-quoi», la chica de Saint-Tropez también posee un encanto indefinible que nace del suave estilo de vida de la región. Imagino mujeres liberadas, alegres, que pasean descalzas con una cesta», explica Sophie Delafontaine, directora artística de Longchamp.
De los paseos por los callejones típicos a los cócteles en la terraza de un famoso café, pasando por las degustaciones de helados en el puerto o en las playas de Ramatuelle, estas estudiantes se divierten con shorts y tops reciclados, vestidos de macramé y trajes de baño realzados con el famoso bambú, emblema de la casa, que se encuentra en los bolsos Roseau. En los pies, llevan zuecos o los famosos «nu-pieds» creados en colaboración con la casa tropeziana.
Bajo el sol, la estudiante olvida sus bolsos de la universidad. Opta por la cesta Le Pliage® tejida con hojas de palmera o la red Le Pliage® con margaritas tejidas. El bolso Roseau de forma horizontal o el bolso cubo Epure son perfectos para las salidas por el pueblo. Aunque el clima cálido las hace más ligeras, las estudiantes quieren mantener un cierto encanto durante las vacaciones. Mantener el estilo es su objetivo, incluso junto al mar.
¿Qué recordar de este look veraniego? ¿El detalle alegre? Un grigri de perlas de colores sujetas a los bolsos o a los cinturones de los vestidos túnica.
Fresa, albaricoque, morado, verde, beige, naranja, son los colores que se inspiran en el atardecer.
Longchamp ha colaborado con la ONG de artesanas Anaka de Madagascar para crear las cestas Le Pliage® tejidas con hojas de palmera, o las margaritas tejidas de los bolsos de red. Esta asociación contribuye a la educación de los niños en Madagascar y a la emancipación de las mujeres ayudándolas a entrar en el mundo laboral (https://www.anaka.vip).
La colección está disponible en boutiques y en línea en longchamp.mx