Caminar y descubrir nuevos lugares, en la colonia Roma, es algo de lo que más disfruto. Pasear y adentrarme en las nuevas y no tan nuevas, pero sí deliciosas ofertas culinarias es algo que me mantiene fiel a vivir en la zona. Por lo que, cuando me invitaron a Yakumanka, no lo dudé un segundo, más cuando me dijeron que la cocina era del mar. Y aunque nací muy lejos de Perú, los mariscos me traen buenos recuerdos por ser de Mazatlán.
Yakumanka que significa agua y olla en quechúa, es un restaurante de comida peruana. Propiamente es una cebichería y llama la atención que se escriba con B, porque en el país sudamericano esa es la ortografía correcta, a diferencia de como lo escribimos en México, que va con v de vaca.
Este espacio abrió sus puertas en el 2019, brindando a los comensales una alternativa culinaria de primer nivel, con productos mexicanos frescos y bien escogidos pero aplicados a un menú peruano criollo, propuesta ideada por el chef Agustín Acurio.
Para empezar, y con las recomendaciones tanto del chef ejecutivo, Gustavo Montestruque, como del personal atentísimo que me hizo sentir como en casa, pedí un Cebiche Lima-CDMX, realizado con pesca y mariscos del día, choclo (maíz), cancha (que es una especie de guarnición originaria del país andino y que es como un grano de maíz tostado), camote y leche de tigre de chile serrano.
Como segundo tiempo, llegó a la mesa, un tiradito tatemado, que se prepara con pesca del día y camarón, choclo, aguacate asado, chalaquita y salsa tatemada. ¡Verdaderamente increíble!
De la plancha, llegaron unos deliciosos camarones cebicheros, tamaño jumbo, con yuca frita y leche de tigre caliente. La combinación de la leche de tigre y el sabor intenso del camarón, en este plato hacen una perfecta combinación.
Si bien, la leche de tigre tradicional peruana, está realizada con el “juguito” que suelta el cebiche, la preparación contemporánea ha dado mucho más a la imaginación, logrando una especie de aderezo profundo y con matices que les da a los platillos, un juego de sabor muy interesante.
A las brasas, probé la Ventresca Anticuchera, que se elabora con pesca del día, acompañada con tortillas de maíz azul, cilantro y salsa carretillera. Una delicia que mezcla la tradición limeña y la mexicana, al taquear esta preparación.
Para cerrar con broche de oro, como postre, me ofrecieron el Tres Leches, que es un bizcocho bañado con tres leches de coco, merengue de 5 especias y helado de temporada.
Esta selección de platillos me dejó muy satisfecho. Por supuesto que me quedé con ganas de probar el tiradito Nikkei, que se prepara con atún aleta amarilla, chalaquita (una salsa tradicional, mezcla de cebolla, jugo de lima, cilantro, ají limón y aceite de sésamo), pachikay (aceite infusionado) y salsa Nikkei.
Los Anticuchos, que son unas brochetas, que en la cocina peruana se realizan con papas cocidas, corazón de res cortado en trozos pequeños y especias.
Las tostadas que, en la carta, aparecen dos: las acebichadas y las nikkei. Y un pescado entero, que se hace según la pesca del día.
Una de los detalles que me llamó la atención en las preparaciones, es el uso de palabras japonesas para designar algunos guisos, aderezos y salsas, y es que hay una fuerte herencia y comunidad japonesa en Perú, que ha permeado en muchas tradiciones y la culinaria no podía quedarse atrás.
Mi corazón sinaloense quedó satisfecho y mi visita a Yakumanka me permitió trasladarme a las calles limeñas y esas ganas de seguir degustando la carta hasta probarla por completo.
Así que, sin más, y si andas por la colonia Roma o con ganas de conocer una verdadera propuesta gastronómica, deliciosa, completa y competitiva, no dudes en visitar Guanajuato 138.
Síguelos en redes @yakumankamexico para conocer novedades y hasta adentrarte en la preparación y degustación con el Taller de Cebiches, que se realiza de la mano de su chef ejecutivo.
¡Perú para Cdmx y el mundo en la preciosa y céntrica colonia Roma!
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