La capital de la hermosa región del Piamonte es conocida por su pasado industrial, pero gracias a la voluntad de los turineses, la ciudad se ha modernizado convirtiéndose en una interesante propuesta enfocada hacia el arte y la cultura.
Además se puede disfrutar de uno de los mayores eventos gastronómicos, su maravillosa EatItaly: una antigua fábrica reconvertida en la mayor tienda gastronómica de Europa. Cafés, locales de copas, arquitectura de vanguardia y pequeños rincones con encanto al más puro estilo piamontés completan su oferta.
Destacan las edificaciones la gran construcción del Palacio Madama, en parte medieval y en parte barroco, construido en el s.XIII en el lugar de una antigua puerta romana y que en el XVII adoptó este nombre por ser la residencia de María Cristina, viuda de Amadeo I. Actualmente se pueden visitar las dependencias de la Madama así como la interesante pinacoteca.
Otro de los símbolos de la ciudad, quizás el más conocido, es la silueta de hierro y aluminio de la Mole Antonelliana, que se alza muy cerca de la Via Po. Es un singular observatorio desde para contemplar los tejados de Turín. Los puentes que se tienden sobre el Po parecen acariciar suavemente las orillas entre verdes parques. De noche el panorama se vuelve más entrañable. La Mole además alberga el Museo Nazionale del Cinema, único en el país.