De cara al año entrante, es crucial que las compañías tengan claridad y visión en sus estrategias, sobre todo, para hacer frente a una posible recesión económica, que ya se augura al menos en un tercio de los países del mundo.
El primer síntoma de un país en recesión económica es cuando la demanda de bienes y servicios disminuye. Esto se produce de forma progresiva y las empresas al percatarse de ello se ven obligadas a modificar su estructura de costos para mantenerse.
Una de las consecuencias de este tipo de crisis son los despidos a algunos trabajadores para sobrevivir a los retos financieros. Esto sucede prácticamente en todas las naciones que afrontan una recesión y requiere de mucha estrategia por parte de los empresarios para superarla.
Luis Felipe Treviño, managing director de la firma de inversión privada Beamonte Investments, asegura que el impacto de una crisis económica varía conforme a la preparación y cultura de prevención que tenga cada empresa. El experto comparte las siguientes recomendaciones para mermar los efectos negativos:
Vigila semanalmente el cash. Controla exhaustivamente las facturas a cobrar y a pagar. Seguramente muchos clientes/empresas retrasarán pagos si no estás encima. Si lo estás, te pagarán antes que aquellos que no reclaman. Además, es el momento de fortalecer las relaciones con nuestros bancos. Renegocia préstamos para pagar cuotas más bajas durante un plazo más largo. Con nuestros socios, inversores y financieros debemos ser totalmente transparentes exponiendo las necesidades de cash. Si estamos bien preparados, ajustaremos ese cash.
Concéntrate en tu negocio más importante. Retrasa indefinidamente proyectos internos que no sean imprescindibles. El foco tiene que estar en tu negocio más rentable, en lo que le da sentido a tu negocio.
Negocia para reducir los costes fijos. Quizá puedas alquilar menos espacio si parte de tu personal está en una modalidad a distancia. Incluso puedes estar en un coworking. Siempre hay costes que pueden reducirse, por ejemplo, intenta reducir al mínimo los viajes de empresa.
Despide a los empleados con bajo rendimiento. Es momento para reducir costes salariales. Pero hazlo conforme a la ley y respetando tanto su antigüedad como su liquidación completa.
Congela la contratación de plantilla nueva. Si se va gente de tu equipo, no los sustituyas. Espera, a menos que sea absolutamente necesario, e involucra a quienes siguen contigo.
Manten el enfoque en el crecimiento. Es muy importante que mantengas el foco en las ventas y el crecimiento del negocio. Hay que aumentar la eficiencia del equipo de ventas.
Las empresas deben reducir los gastos porque cuando la economía entra en recesión, se vuelve más difícil encontrar nuevos clientes y aumentar las ventas. La disminución de gastos puede ayudar a las empresas a mantener su flujo de efectivo. Asimismo, ayuda a reducir la deuda y los inventarios. Algunas compañías también pueden contemplar la posibilidad de subcontratar algunas de sus operaciones para disminuir costos.
Por otro lado, muchas empresas tienden a invertir exageradamente en inventarios. Sin embargo, la mejor manera de prepararse para el futuro es optimizando los inventarios. El primer paso consiste en identificar las fortalezas, debilidades y oportunidades de la empresa para luego optimizar el inventario teniendo presentes esas fortalezas y debilidades.
Las empresas pueden realizar inversiones inteligentes para mantenerse por delante de la competencia y evitar los efectos de una recesión. Las oportunidades de crecimiento son aquellas que ayudan a una empresa a continuar expandiendo sus operaciones y llegar a nuevos mercados.
“Estas oportunidades suelen estar relacionadas con nuevos productos, servicios, tecnología e infraestructura, pero las empresas también deben estar conscientes de los riesgos en que incurren cuando invierten, pues sus inversiones pueden ser riesgosas si tienen altos niveles de endeudamiento o un flujo de dinero al límite”, enfatiza Treviño.