Heineken Cup que reunió a los mejores equipos de Europa, y durante el torneo Tom Williams, de los “Harlequins” de Inglaterra y su entrenador, Dean Richards, planearon un sangriento plan para buscar la victoria.
En los cuartos de final los “Harlequins” perdían 5-6 contra Leinster de Irlanda y no tenían más cambios, por lo que el entrenador utilizó una extraña y sangrienta artimaña para logran conseguir el cambio urgente.
Tom Williams metió a su boca una cápsula que contenía sangre falsa, que tenía guardada en una de sus calcetas, la mordió y liberó el líquido, para después acercarse al árbitro para que éste permitiera que se realizara la sustitución.
En el rugby permite cambiar a un jugador si presenta un corte del cuello para arriba, aún si ya se han realizado los cambios reglamentarios.
De esta forma, el entrenador Richards, autor intelectual de la mentira, lo sustituyó por Nick Evans, experimentado pateador que buscaría un «drop» (jugada que vale tres puntos) que ganara el partido, sin embargo, no lo logró, los Harlequins perdieron y quedaron fuera de la competencia.
Al no traer consecuencias en el partido, parecía que la acción quedaría en el olvido, sin embargo, imágenes de la cadena Sky Sports evidenciaron la trampa, por lo que la ERC, organismo europeo que regula las competiciones de clubes, decidió abrir una investigación al respecto.
Así, después de cuatro meses, la ERC sancionó al jugador con una suspensión hasta julio del 2010, el entrenador Dean Richards fue inhabilitado por tres años, mientras que el médico del equipo, Steph Brennan no podrá ejercer su profesión por dos años. Los dos últimos fueron despedidos de los Harlequins, que fueron multados con 250 mil euros.
«Lo ocurrido ha sido una ofensa muy seria que daña la reputación del torneo y del rugby», escribió la ERC en un comunicado.