¡El día de San Valentín está cerca! Rompe la rutina en casa y celebra esta ocasión con una inolvidable experiencia en pareja. Pónganse sus delantales, prendan un par de velas y escuchen una playlist romántica mientras se embarcan hacia un viaje culinario para descubrir los sabores de los productos europeos, ya sea por sí solos o como un ingrediente especial de sus recetas favoritas, ¡todo desde la comodidad de su cocina!
La diversidad e historia única de Europa han legado algunos de los alimentos y bebidas más icónicos del mundo. Desde una amplia selección de vinos y quesos hasta panes y confitería, cada producto celebra los sabores y los tradicionales métodos de elaboración, mismos que mantienen estrictos e innovadores estándares de calidad. Deléitense con los aromas y texturas locales de Europa en su mesa y hagan de este día de los enamorados una celebración extra especial.
Entradas frías
Comiencen la experiencia culinaria dando un paseo por la región alpina con una tabla de carnes frías, como jamón y tocino eslovenos, un Gailtaler Speck, que es un tipo de tocino austriaco con un aroma amaderado a saúco y haya, o un poco de jamón ahumado de la Selva Negra alemana, es importante mencionar que todos los embutidos producidos en la UE cumplen con estrictos métodos de producción verificados que garantizan la seguridad de cada producto y el bienestar de los animales durante su crianza, por lo que, al momento de degustarlos, descubrirán el sabor único que los vincula con su lugar de origen.
El plato fuerte
Continúen su aventura gastronómica con un exquisito Dornfelder New Bloom de Bulgaria, un vino con aromas a zarza y a frutos rojos. Su sabor es muy accesible al paladar y, con un carácter frutal juvenil, es muy parecido al vino joven Beujolais francés.
Para armar un maridaje perfecto, preparen Confit de Canard usando auténtico pato francés. Un delicioso ingrediente del que podemos lograr un sin fin de recetas; la suavidad y jugosidad de su carne sin duda aportarán un toque especial a cada platillo. Cocínenlo lentamente en su propia grasa hasta que su textura sea tan suave que se derrita en la boca. Este platillo requiere paciencia, pero una vez que prueben el resultado verán que valió la pena la espera.
Para acompañar el plato principal, nuestra sugerencia es preparar un tradicional risotto italiano. Marco Carboni, reconocido chef italiano y embajador de la campaña “Un Viaje a Europa en cada bocado”, nos comparte su receta para garantizar que este San Valentín, tú y tu pareja disfruten de una noche muy especial.
Ingredientes:
- 70 g de mantequilla irlandesa
- Queso gouda holandés rallado
- 350 g de arroz Carnaroli italiano
- 100 g de cebolla picada
- Aceite extra-virgen portugués
- Caldo de pollo
- Vino Croata Riesling
- Agua
Método de preparación
- Hervir un litro de agua por cada porción del arroz. Añadir sal. Este será el caldo base, por lo que pueden añadir un poco de caldo de pollo si lo desean.
- En otra olla, calentar el aceite de oliva y saltear la cebolla a fuego bajo. Colocar la mitad del arroz y tostarlo con el aceite y cebolla. Es importante usar arroz Carnaroli por su alto contenido de almidón, pues absorbe los sabores y se mantiene al dente. Revuelvan el arroz hasta que esté caliente, cuidando que no cambie su color. Añadir media copa de vino y continuar revolviendo hasta que se evapore. Lentamente, verter el caldo base hasta que el arroz quedo cubierto. Repetir este proceso hasta que el arroz se haya cocido por 20 minutos.
- Para obtener una textura más cremosa, añadan mantequilla y queso a la mezcla. Finalmente, sirvan en un plato con un chorrito de vinagre balsámico.
Una copa de vino Riesling de Croacia complementará a la perfección el cremoso sabor del risotto.
Un dulce final
Tal como en Europa, en México disfrutamos muchos de los pasteles. Su textura suave y esponjosa puede disfrutarse entre comidas o como postre. Para cerrar su cena romántica con broche de oro, les recomendamos inspirarse en el Keiskuch para preparar su propia versión de este cremoso cheesecake luxemburgués. Para darle un toque extra suculento, integren a la receta productos europeos como mantequilla belga o queso Tvaroh checo, preparados con leche de la más alta calidad. El sabor de estos lácteos es el resultado de los altos estándares a favor del bienestar animal. Cuando los prueben, tendrán la certeza de estar consumiendo productos de la mejor calidad.
Ahora ya saben lo fácil que es llevar a su mesa los mejores alimentos y bebidas de la Unión Europea. Siempre que incluyan ingredientes europeos en sus creaciones culinarias obtendrán aromas, sabores y texturas especiales, mientras se deleitan con productos de la más alta calidad.
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