Es muy emocionante saber que una plaza de Londres como la Trafalgar podría ser la morada de una escultura nuestra; sin embargo, imaginar que eso no ocurrirá sino a la hora de nuestra muerte es estremecedor.
Según el diario The Independent, la reina Isabel II de Inglaterra tendrá una estatua ecuestre en ese lugar, pero ésta se encargara luego de su fallecimiento.
Y es que hasta ahora no hay en la capital británica una efigie que sea la imagen y semejanza de la reina y «el pedestal (de Trafalgar Square) es lo suficientemente amplio y tiene la forma perfecta para una estatua ecuestre de Su Majestad», dijo una fuente.
La reina cuenta con tres esculturas ecuestres donde ella es la feliz protagonista: dos Canadá, en Ottawa y Saskatchewan y otra en el castillo de Windsor, que se levantó para conmemorar los 50 años de su reinado.