En la terraza La Lune del Hotel Rosewood a donde tapeamos al atardecer y entramos en calor y en tono. Terminamos cenando en Jacinto 1930 y de ahí a la media noche para iniciar nuestro peregrinaje de la Alborada con preciosas estrellas artesanales elaboradas con papel de china
LA TRADICIÓN DE LAS ESTRELLAS
La primera Alborada se realizó el 8 de diciembre de 1925, en el templo de la Inmaculada Concepción. Fue hasta septiembre de 1926, que por petición del señor cura de la parroquia de San Miguel Arcángel y por el H. Ayuntamiento que la Alborada se realizó en el templo parroquial.
Para la primera Alborada, se vistieron 50 estrellas de las cuales las más interesantes eran: el cometa, el sol, los ojos de Santa Lucía, la luna y las siete cabrillas. La tradición de las estrellas viene de la fábrica de hilados y tejidos «La Virgen» de Villa de Hidalgo, hoy ciudad Hidalgo, cuando los obreros se trasladaron a trabajar a la fábrica «La Aurora» de esta ciudad.
Las bandas de viento eran patrocinadas por los obreros de dicha fábrica, eran traídas de diferentes partes del estado como Salvatierra, Tarimoro, Santo Tomás, Ojo Seco, Apaseo El Alto, etcétera.
El iniciador de esta bella tradición fue don Camilo González Molina, con él colaboraron muchos vecinos y obreros de la fabrica La Aurora, como don Ernesto Luna, papá del popular Primitivo Luna (El Chipotas), una de tantas familias que hasta hoy siguen con esta costumbre, por lo que año con año, sale de ese lugar.
El Cañoncito de la agrupación que anunciaba el inicio de la alborada, fue obra de don Efrén Ayala y don Luis Ramos Ortega, ellos lo forjaron y fundieron. El encargado de hacerlo detonar era don Antonio Reyes.
El desayuno tras la Alborada fue en el Pegaso, el mejor pan francés del mundo mundial, otros optaron por huevos divorciados y otros por unos chilaquiles vuelve a la vida .
Desde nuestra ventana podíamos ver pasar a los danzantes ataviados con plumas, tapa rabos y cascabeles en las piernas -con el más puro sincretismo imaginable- quienes exhaustos acababan su peregrinaje de más de 48 horas de baile, terminando así esta edición de la Alborada.