Los años que Salvatore Ferragamo pasó en Estados Unidos, y específicamente en Santa Bárbara,
California de 1915 a 1927, han sido la fuente de inspiración para la próxima exhibición en el Museo
Salvatore Ferragamo: desde su trabajo con los directores famosos de aquel entonces, como D.W.
Griffith y Cecil B. DeMille, a la apertura de la Hollywood Boot Shop, la tienda de Ferragamo en el
Boulevard Hollywood, en donde estrellas del calibre de Mary Pickford, Pola Negri, Charlie Chaplin, Joan
Crawford, Lillian Gish y Rudolph Valentino eran clientes regulares. “Alcanzo a ver un paralelo entre la
industria del cine y la mía. Así como la industria de las películas se ha desarrollado y ha crecido desde
esos días en que era un polluelo, así mismo, espero, lo ha hecho la mía [industria]”.
Basada en la autobiografía de Salvatore Ferragamo, la exhibición explora la migración italiana a
California y la influencia que tuvieron los mitos y la cultura del bel paese en el estado. Una extensa
sección está dedicada a las producciones de cine californianas en las cuales la influencia italiana es
evidente. La exhibición se centra alrededor del mundo del arte, los artesanos y el entretenimiento, los
campos en los que Ferragamo enfocaba su creatividad, y los presenta como si fueran la trama de una
película. Maurizio Baló tomó inspiración de los estudios de cine americanos de los años veinte para
diseñar una exhibición que haga que los visitantes se sientan como si estuvieran en el set.
Durante aquella década, las películas mudas italianas le dieron a Hollywood divas potenciales como Lido
Manetti, Tina Modotti, Frank Puglia y Lina Cavalieri, quién se encuentra presente en la exhibición con 40
de los 300 retratos famosos que Pietro Fornasetti hizo de ella en platos de cerámica. Otros jóvenes
italianos, como Rudolph Valentino, utilizaron su carisma para impulsarse a la fama, creando a la diva
moderna.
La exhibición resalta los nombres y personalidades de figuras ilustres y menos conocidas, sin pasar por
alto las contribuciones de los italianos a la música, y arroja luz en la opinión contradictoria de los WASP
(protestante blanco anglo sajón, por sus siglas en inglés) respecto a los ítalo americanos, ya que los
californianos se encontraban divididos entre sus visiones positivas respecto a la historia y tradición
italiana y su visión negativa respecto a ciertos estereotipos italianos, como la tendencia a ser demasiado
instintivos, apasionados y sentimentales. Ciertos intérpretes lograron administrar perfectamente el
balance de dicha dicotomía de naturaleza y cultura, como Enrico Caruso, quien sacó el mayor provecho
posible al talento natural de su voz y cuerpo, y los refinó en el estudio, a través de técnica y de arte.
Con fotografías, clips de películas, objetos, ropa y representaciones artísticas, la exhibición ilustrará las
relaciones y el rol que tuvieron los italianos y el arte italiano en el nacimiento de las películas mudas,
mientras también explorará este tema en una luz contemporánea. En efecto, el proyecto de Two Young
Italians in Hollywood (Dos Jóvenes Italianos en Hollywood) organizado por Lo Schermo Dell ‘Arte Film Festival es una parte integral de la exhibición, en la cual a dos jóvenes artistas italianos basados en Los
Ángeles, Manfredi Gioacchini y Yuri Ancarani, se les solicitó contribuir con un proyecto original – una
serie de fotografías y una instalación de video – explorando el tema de Italia en Hollywood. Han pasado
cien años, ¿quiénes son los italianos trabajando hoy en Hollywood? ¿Qué tiene California que llama a los
artistas que vienen de Italia?
Esta exhibición no hubiera sido posible sin las prestigiosas obras de arte en préstamo de museos y
colecciones públicas y privadas en Italia y los Estados Unidos, o el invaluable consejo y experiencia de los
renombrados institutos de historia y cine que han contribuido tan generosamente a este proyecto.
También se les da un espacio a producciones americanas filmadas en Italia en esa época, como Ben Hur
y Romola, protagonizada por Lillian Gish y filmada en locación en Florencia en los estudios de cine
Rifredi.
La exhibición termina con un cuarto dedicado a Salvatore Ferragamo, en el cual el museo recreará
fielmente la Hollywood Boot Shop que el gran artesano italiano inauguró en 1923. Una videoinstalación
mostrará clips de la vida real de Hollywood en los años veinte.
Hollywood no era mucho más que un pequeño pueblo. Solamente había unos pocos estudios de cine y
eran pequeños, con un presupuesto aún más pequeño. Pero para el momento en el que Ferragamo dejó
Estados Unidos en 1927, todo había cambiado.
ITALIA EN HOLLYWOOD
Museo Salvatore Ferragamo, Palazzo Spini Feroni, Florencia
24 mayo 2018 – 10 marzo 2019
Curado por: Giuliana Muscio y Stefania Ricci