La nueva vida de Amy Winehouse comienza desde ahora. La cantante además de quitarse de encima a su ex marido, también se logra salvar de la demanda que una fan le interpuso por daños físicos a la hora de quererle tomar una foto.
El juez Timothy Workman declaró a Winehouse, de 25 años, inocente de darle un puñetazo en el ojo a la bailarina Sheren Flash, una admiradora que pidió fotografiarla durante un baile de caridad en septiembre.
Los fiscales la acusaron de ataque deliberado. Pero Winehouse dijo que se sintió amedrentada por el flash, que estaba borracha. Con estos argumentos la cantante de »Back to Black»logro salvarse de la demanda.
Esperemos que los cambios de Amy traigan consigo materiales nuevos o mínimo una gira de conciertos.