He visto muchas obras de teatro este año y he de confesar que una de las que “más me llegó” fue Heisenberg, para esto influyen varias razones: la época del año, las increíbles actuaciones de Mónica Huarte y Fernando Larrañaga, el texto de Simon Stephens (autor también de “El curioso incidente del perro a la media noche”), y por último porque considero que toca dos temas que son trascendentales, el vivir la vida porque se pasa muy rápido y solo tenemos una, pero sobretodo el considerar que a cualquier edad y en cualquier momento la vida te puede sorprender si tu dejas que así sea.
He de confesar que tengo muchos años admirando el trabajo de Mónica Huarte, la vida me la ponía cerca pero no había tenido la oportunidad de conocerla hasta hace algunos meses, quedé sorprendido al hacerlo, es una mujer llena de luz y buena vibra que logra transmitirla a quien está cerca de ella, como persona la defino como “fuegos artificiales constantes” y como actriz en teatro tiene una presencia que llena cualquier escenario, todo esto la vuelven una de mis grandes favoritas.
Heisenberg es dirigida por Antonio Serrano y aunque la historia transcurre en Londres se siente muy universal, toca temas que le pasan a todos los seres humanos en cualquier parte del mundo. En ella Georgie en medio del caos de una estación de tren descubre a Alex, un hombre mucho mayor y le planta un beso en la nuca, este eléctrico encuentro empuja a estos dos extraños en un fascinante juego que les cambia la vida. Estos dos personajes se dejan sorprender uno por el otro y descubren que nunca es tarde para tomar el toro por los cuernos, ofreciéndonos una mirada sobre lo incierta y en ocasiones cómica que puede resultar la conexión humana.
Tuve la oportunidad de platicar con la talentosa Mónica Huarte sobre este proyecto y esto es lo que me dijo:
¿Qué fue lo que te hizo interesarte en Heisenberg?
Leí la obra de teatro y me di cuenta que el personaje de Georgie me despertaba muchas preguntas, era un personaje muy peculiar, muy distinto a los personajes que generalmente interpreto, esa fue la primera razón por la cual me interesó, pero también por el mensaje tan claro de no andar por ahí desperdiciando la vida.
La obra trata sobre la incertidumbre, la cual nos da miedo y nos asusta, nos provoca un poco de ansiedad, pero también puede ser el inicio de una aventura maravillosa, que es lo que le pasa al personaje de Georgie y Alex Priest y ese fue otro de los ganchos que hizo que me interesará la obra, además del mensaje de que estamos mejor acompañados que solos.
¿Qué similitudes tienes con tu personaje?
La verdad ya quisiera ser Georgie en muchos aspectos, es muy libre, muy silvestre, dice lo que piensa, pero en lo que nos parecemos es que no importa cuánto nos lastime la vida, las dos seguimos pensando que vale la pena vivirla.
¿Has vivido una situación similar a la que vive ella?
De ligar con un nombre mayor no, pero me pasó que cuando venía de regreso de Nepal, después de estar en el Everest, yo ya tenía la idea de hacer Heisenberg, en el aeropuerto empecé a platicar con un nombre mayor que era griego, tenía 70 años y me contó que también había estado en el Everest, que se había regresado, que no había llegado al campamento base y me puse a platicar con él, obviamente no llego a una historia de amor, pero si me dio su dirección de correo y hasta ahí llego porque nunca le escribí.
¿Cómo vives las premisas que plantea la obra?
Estoy absolutamente de acuerdo con la obra y creo que una de las razones por las cuales siento tanta alegría de estar viva es porque tengo la consciencia de que la vida se acaba de un momento a otro, que hoy estas y mañana no, entonces igual que los personajes de la obra me parece que hay que vivir porque sólo tenemos una vida y es un instante.
Otra de las cosas que me gusta es que el personaje de Alex Priest a pesar de que cerró su corazón hay un momento donde decide abrirlo a este personaje pintoresco y creo que aprendiendo como él, yo también estoy abriendo mi corazón. No importa la edad que tengas, tienes que estar dispuesto a abrirte a que llegue alguien a cambiarte la vida, estoy de acuerdo con eso, a vivir la aventura de abrirte a las sorpresas que depara la vida.
¿Por qué crees que la gente que asiste a verlos queda tan conmovida?
Yo creo que se conmueven porque todos como Georgie y como Alex tenemos costuras en el corazón y hemos estado de alguna manera u otra lastimados a lo largo de nuestras vidas, creo que lo conmovedor es que estos personajes por más raspones que tengan, se siguen atreviendo y alguien con esa valentía siempre conmueve. También creo que es conmovedor el que estos personajes no saben qué va a pasar entre ellos y sin embrago están viviendo el instante, no importa si duran una semana más juntos o unas horas, se están atreviendo a vivirlo, pase lo que pase, sin expectativas, dejándose sorprender y creo que conmueve mucho la valentía en estos tiempos.
¿Qué fue más complicado actuar o producir la obra y por qué?
Fue complicado que tuvimos que parar ensayos por el temblor y entonces nos dedicamos todos a ayudar, la Teatrería se convirtió en centro de acopio y en realidad lo único que queríamos era ayudar en momentos tan difíciles, fue difícil retomar el proyecto, pero a mí me quedó muy claro que el teatro también sirve para sanar y esta era una manera de contribuir desde mi trinchera a reconstruir el alma. Por suerte cuento con dos productores que se encargan de todo, son mis brazos derechos, Alonso Pineda y Oscar Carnicero, que me permiten en el momento del montaje solamente actuar.
¿Por qué se planteó un escenario cerrado, como en una vitrina?
El espacio, lo decidió Antonio Serrano junto con el escenógrafo, ellos decidieron que fuera una especie de pecera en donde estos personajes estuvieran viviendo su relación y el público fuera como un voyerista que observa esta relación desde afuera.
Yo nunca había actuado en un espacio cerrado, lo interesante del teatro es la cercanía con el público, pero esto es muy curioso porque es como si estuvieras haciendo cine dentro del teatro, tenemos micrófonos y todo tiene que ser mucho más intimo, pero al mismo tiempo sabes que la gente está ahí, cerquita de ti, es una sensación completamente diferente a lo que yo había experimentado.
Haces cine, teatro, tv, ¿cuál te gusta más?
Lo que más me gusta es hacer teatro definitivamente, no hay ni una duda al respecto, el cine me parece adictivo porque siempre que haces una película tienes la oportunidad de verte y ver todo lo que puedes crecer y es otro tipo de sensación, el teatro es como mi casa, es donde me siento más cómoda, es un lugar donde disfruto muchísimo, siento que yo pertenezco al teatro. Televisión es lo que menos he hecho y es lo que más tengo que dominar porque es un medio que he hecho muy poco.
¿Qué viene para Mónica Huarte?
Parece que el próximo año haré las tres cosas: cine, teatro y televisión. Seguramente seguiremos una vez a la semana con Heisenberg, ojalá.
Si quieres conocer más sobre Mónica Huarte y sus proyectos síguela en sus redes sociales:
Instagram y Twitter: @monicahuarte
Facebook: Monica Huarte Actriz
No se pierdan las últimas semanas de “Heisenberg” en la Teatrería, ubicada en la calle Tabasco # 152, en la colonia Roma. Viernes 20:30 h, Sábado 18:30 y 20:30 h, Domingo 18:00 h. Hasta el 17 de diciembre.
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