Si algo le faltaba a un coche de lujo es brindarnos la posibilidad de disfrutar de una maravillosa noche estrellada, sin recurrir a la apertura de su techo.
Así es el Rolls-Royce Wraith, un increíble one-off (único) construido por la marca en su fábrica de Goodwood, en el que se invirtieron casi 100 horas sólo para este efecto.
El coche cuenta con una constelación de estrellas en su techo, realizado en base a fibra óptica, comenta el sitio RobbReport.
Creado por el arista de Emiratos Árabes, Mohammed Kazem, el sistema del Wraith está integrado por más de 800 cables, necesarios para dar forma a la constelación.
El Wraith tiene una longitud de 5.28 metros y 1.95 metros de ancho, provisto de un motor V12 de 6.5 litros y 633 hp.