El Mar de Cortés fue llamado «El acuario del mundo» por el famoso oceanógrafo francés Jacques Cousteau, por ser hogar de más de 850 especies marinas y atardeceres los 365 días del año.
Considerado como el cuerpo de agua con mayor riqueza biológica, es uno de los lugares predilectos para buzos, turistas ecológicos y observadores de ballenas nacionales como internacionales, que se dan cita para los avistamientos de manta rayas, tiburones martillo, tortugas y ballenas grises que migran estacionalmente, nadar con los lobos marinos y conocer al pez más grande del mundo: el tiburón ballena, el cual se puede avistar de octubre a marzo.
Además, cada año llegan más de 50 especies de aves migratorias entre las que se encuentran las garzas, gaviotas, el pájaro bobo y algunas especies pequeñas como cardenales o cuitlacoches, algunas de las cuales forman parte de diversos acuarios como el Acuario Inbursa en Polanco, en la Ciudad de México.
Para los amantes del buceo ofrece más de 25 lugares especializados alrededor de la bahía de La Paz, donde transportándose a la Isla Espíritu Santo se puede esnorquelear con los simpáticos lobos marinos, quienes al ver a los turistas acercarse, juguetean con ellos y posan gustosos para las fotografías.
El Mar de Cortés también se puede explorar por la superficie, ya sea con un kayak o al practicar stand up paddle, deportes que permiten tener vistas sorprendentes.