Moët & Chandon es sinónimo de fiesta, glamour y celebración. Esta temporada decembrina te ofrece la champaña perfecta para cada una de tus celebraciones.
Crear nuevas maneras de celebrar con champagne es un sello propio de Moët & Chandon. Algunos de los primeros gestos emblemáticos de la marca fueron descorchar botellas con un sable y bautizar barcos. El siglo XX fue testigo de más gestos pioneros que todavía hoy son tradiciones asentadas. Por ejemplo, ¿sabías que el eufórico rociado de champagne tras una victoria deportiva tiene su origen en las 24 Horas de Le Mans de 1967? ¿Y la pirámide de champagne, la deslumbrante cascada de chispeantes burbujas que ilumina las fiestas y recepciones más glamourosas de todo el mundo? Moët también creó ese desbordante símbolo de festividad.
La atención meticulosa que presta la marca a todas las facetas de su singular proceso vinícola y la riqueza incomparable de sus viñedos son la clave del estilo legendario. El acceso a la mejor y más amplia selección de frutas de la región permite crear unos vinos de gran calidad, precisión y excepcionalidad, vinos que expresan a la perfección la diversidad y la complementariedad de las tres uvas propias del champagne: Pinot Noir, Meunier y Chardonnay.
Pinot Noir: aporta cuerpo, estructura e intensidad
Meunier: aporta flexibilidad, redondez y plenitud
Chardonnay: aporta elegancia, acidez y frescura
Así es que esta temporada puedes optar por tomar todas las delicias de esta emblemática casa de deliciosos vinos haciendo cada experiencia y momento de tus fiestas diferente, aquí te presento sus características, sabores, olores, colores y opciones para realizar maridajes deliciosos.
Moët Rosé, a la vista tiene un color rosado, “durazno”, con reflejos cobrizos. En nariz Rosé Impérial presenta aromas muy expresivos y frescos dominados por frutas rojas, como fresas silvestres creado con una fuerte presencia de Pinot Noir, añadiendo un toque de vino tinto de esta uva, con el objetivo de conservar sus características. Antes de servirse, se recomienda enfriar unos 40 minutos en una hielera con mitad hielos y mitad agua (o seis horas en un refrigerador). La temperatura ideal para consumir es de 6-8 grados. Definitivamente un vino ideal para el aperitivo. Combina perfectamente tanto con carnes, como pescados o pastas bañados en salsas mediterráneas (a base de aceite de oliva, jitomate, etc). Será ideal para acompañar frescas frutas rojas.
Grand Vintage 2006 con 38% de Chardonnay, 33% de Pinot Noir, 29% de Pinot Meuniere y un toque perfecto de 5g/l de Extra Brut. Con un color amarillo dorado, esta champaña es delicada y evoluciona extraordinariamente pudiéndose guardar hasta 10 años después de su compra. Las primeras notas de durazno blanco, limón, piña y peras y sus notas florales y botánicas de flor de naranjo, te y madreselva, como nos indican los expertos conllevan después a notas dulces con dejos de pimienta, azúcar mascabado y mazapán. Un vino franco y complejo, elegante y de amplitud en paladar que lleva a un final largo y vigoroso. Notas refrescantes de rubarbo y toronja con un toque de menta envuelven el paladar al final de la degustación. Esta delicadeza hay que enfriarla unos 40 minutos y es perfecta para acompañar alimentos de carácter salino y ahumado como salmón ahumado, mariscos y pescados grasos.
Moët & Chandon Nectar Imperial, hecha de Pinot Noir, Pinot Meunier y Chardonnay de reflejos dorados amarillo pálido y que en boca te darán deliciosos, suaves e inolvidables toques afrutados con aromas de frutas exóticas. Su gusto es afrutado, untuoso y profundo. Tiene un sabor muy suave en la boca resaltando aromas de frutas exóticas, frutas blancas confitadas y especias dulces. El ataque del Nectar Impérial es potente, y tiene un final fresco..Para degustar enseguida! Antes de servirse, el Nectar Impérial se tiene que enfriar unos 40 minutos en una hielera con mitad hielos y mitad agua (o seis horas en un refrigerador). La temperatura ideal para consumir es de 6-8 grados. El Nectar Impérial se aconseja sobre todo en aperitivo o con un postre. Se combina muy bien con platillos mexicanos (con mole por ejemplo), con platillos con salsa agri- dulce, con carnes con crema y foie-gras y quesos tipo roquefort.
Moët Ice Impérial ha sido creado especialmente para servirse con hielo. En consecuencia, tiene una característica de intensidad afrutado, la riqueza en la boca y final fresco. El perfil de los vinos utilizados para su mezcla han sido seleccionados meticulosamente por su contribución específica: un predominio de vinoso , angular Pinot Noir ( 40-50%) , tanto por su intensidad frutal y para la integración de la estructura que confiere a la dosis ; completa , carnoso Meunier (30-40%) , por su riqueza y fondu en la boca , y Chardonnay (10- 20 %) con un punto de acidez fuerte para un final refrescante. El color dorado de este rico elixir se tiñe con sutiles toques de color ámbar.
Al llevarla a nariz la intensidad aromática golpea de inmediato, con aromas de frutas tropicales (mango , guayaba , piña confitada ) , madura la fruta de hueso ( ciruela, nectarina ), especias suaves ( regaliz, canela, nuez moscada ) , y un toque original a frutas rojas (cereza , frambuesa ) y plantas aromáticas ( grosella negra, menta ). El ataque en boca es amplio y carnoso, con una rica explosión de sabores afrutados . Ice Impérial, puede complementarse armoniosamente por los ingredientes «frescos» que ponen de relieve su acabado fresco. Los expertos de la casa recomiendan poner en la copa una ramita de menta, una ralladura de lima o pomelo blanco, o un puñado de semillas de cardamomo para el toque personal.
Con esta variedad de opciones sus festejos serán perfectos.
Muy feliz Navidad para todos ustedes.