Con una ubicación única en el corazón de Sao Paolo, la capital cultural y económica de Brasil, Palacio Tangará abrira sus puertas el segundo trimestre del 2017 para convertirse en la nueva joya de Grupo Oetker.
Una veintena de años después de este segundo proyecto de construcción, Oetker Collection ofrece una segunda vida a esta propiedad que encarna el romanticismo de un hombre, ofreciendo un servicio de excelencia, una cocina innovadora creada por el Chef Jean Georges Vongerichten y un spa de la marca Sisley.
Colocado idealmente en los alrededores del reconocido Burle Marx Park, cuyos jardines fueron concebidos por el arquitecto epónimo, el hotel ofrecerá 141 habitaciones espaciosas, de las cuales 59 suites, todas con una vista magnífica hacia el parque. La decoración interior fue hecha por dos célebres diseñadores brasileños que imaginaron un concepto design a la medida para cada espacio.
Es a finales de los años cuarenta, que el célebre italo-brasileño Baby Pignatari decide construir el Tangará Ranch para su esposa Nelita Alves de Lima. Escogió un lugar oculto en una naturaleza frondosa, un verdadero recinto de paz lejos de las multitudes del centro de Sao Paolo. Baby era heredero de una de las más grandes fortunas brasileñas por su madre, la Condesa de Matarazzo y así se comprometió, para expresar su amor, con uno de los más talentosos profesionales de la época, el arquitecto Oscar Niemeyer y el arquitecto paisajista Roberto Burle Marx.
Esta residencia privada era un proyecto ambicioso y muy a la vanguardia por su gran tamaño y su respeto a la naturaleza. Le Ranch Tangará contaría con una sala de cine privado, una alberca interior y una exterior, cubierta y calentada por un domo conceptualizado por el arquitecto italiano Pier Luigi Nervi.
Al principio de los años cincuentas, Sao Paolo se convirtió en una metrópolis moderna e influyente en el mundo del arte, de la música y de la arquitectura. En esta misma época, Baby se divorcia de Nelita y deja su proyecto de Tanagará abandonado. La propiedad se queda inconclusa hasta los años 1990, cuando la estructura se demolió por completo y el terreno fue dividido. El proyecto del parque de Burle Marx se dio por terminado y se convirtió en un parque público.
En 1995, la compañía del propietario del terreno decidió construir en pleno corazón del parque, el Palacio Tangará Hotel & Spa «una arquitectura clásica y lujosa, respetando los estándares de los hoteles más grandes del mundo», terminándose a finales del 2001, cuando la construcción se detuvo por falta de fondos y el hotel no pudo abrir sus puertas.