La excelencia en los códigos y tradiciones de la vestimenta masculina son las claves de la colección de caballero primavera-verano 2017 que nos trae Salvatore Ferragamo para esta temporada.
En la colección, contrastes y contradicciones se mezclan divertidamente, el espíritu y la actitud del artista se fusionan con la del aventurero inquieto, para ambos de quienes la utilidad, la formalidad y la decoración son de igual importancia en el vestir.
El punto de partida para la colección es la exuberancia de los primeros artistas primitivos del siglo XX, que evoca un sentido inherente de la libertad de viajar, ambos en sentido literal y metafóricamente, a través de las infinitas posibilidades de su trabajo caleidoscópico.
El viaje es representado por la mochila de hombro (backback), símbolo de escapismo y aventura, cuya estructura resistente y los detalles utilitarios se canalizan a través de las prendas de vestir, los trajes y los accesorios.
Abundan los códigos de sastrería y militares que se entrelazan con el “sportwear” y “streetwear”. El traje de Ferragamo se presenta en proporciones nuevas y relajadas, recordando casualmente la ropa de trabajo suelta y de gran tamaño del artista, y la expresión de frescura en la actitud y sentido.
El rígido mohair azul oscuro se suaviza con las camisas de seda abiertas y con los cinturones de doble vuelta con estoperoles; mono rayado y sin mangas reinterpretado en algodón ligero especial que exuda ligereza y elegancia moderna.
En dos piezas, la capa amarilla cítrica se eleva a través de una exquisita hechura detallada, inyectando el sentido obsesivo de toda la vida del fundador Salvatore Ferragamo con la comodidad a través de la construcción.
La colección incluye el icónico zapato Tramezza de Ferragamo para hombres que se envuelve en una piel ultra-moderna y de protección elástica – creando la actitud de un sneaker – cuyas capas de protección constituyen también la base de las sandalias de doble construcción.