La música ha perdido este 11 de enero de 2016 a uno de sus grandes mitos: David Bowie, quien falleció luego de una larga lucha contra esa terrible enfermedad que es el cáncer.
Pero no sólo se va un fenomenal cantante y compositor, sino un auténtico ícono de la moda, que inspiró a diseñadores y artistas con su exclusivo estilo y todo su glamour.
Bowie solía autodefinirse como la «Xeron Machine», una máquina fotocopiadora que absorbía ideas y conceptos de todas partes, reinventándose una y otra vez, forjando su imagen con trozos del film La Naranja Mecánica o la genial pintura de Andy Warhol.
A lo largo de sus cuarenta años de carrera, David Bowie inspiró varias colecciones de moda para la mujer de Givenchy, Balmain, Celine, Gucci o Dries Van Noten, con verdaderos fetiches como la famosa americana a rayas horizontales y grandes solapas.
También inspiró obras de arte como la colección de cuadros de Paul McCartney, que inauguró una exposición en 1999 en Alemania basada en Andy Warhol, Elvis Presley y el mismísimo Bowie.
Retratado miles de veces por los más famosos fotógrafos, como el japonés Masayoshi Sukita, reconocidos diseñadores como Yamamoto, Yves Saint Laurent o Alexander McQueen crearon algunos de sus más extravagantes estilismos.