Seleccionando la claridad como un medio de expresión, Massimiliano Giornetti busca formas en la nueva colección de Salvatore Ferragamo, plagada de moderación y armonía, clásica y moderna a la vez.
Se centra en las líneas, la textura del material para crear un retrato noble y solemne, marcado por una sensación de ligereza y austeridad inesperada, sellos de la casa de Florencia.
La silueta vibrante y sublime, cuenta con alturas midi y transmite un sentido de delicadeza vertical, mientras que las largas capas de doble algodón y vestidos strapless con volúmenes flotantes terminan en grandes lujos.
Las chamarras pequeñas y redondas están esculpidas como espacios arquitectónicos, con inclusión de moños dispersos a lo largo del perfil de las amplias mangas, cintas con cordones para anudar en la espalda, todo expresando una tímida seducción.
El clásico “patchwork” de Salvatore Ferragamo revela creaciones supremas con rasgadas que simulan aperturas que se transforman en geometría o construcciones gráficas que crean grandes ondas en faldas y tops.
Plumas y pequeños pliegues se unen en líneas verticales en prendas con una impalpable fluidez, adornos grandes siguen las líneas del cuello resaltando los hombros.
La estrella entre los materiales es el algodón, con su mano seca y estable, junto con la seda impalpable, y entre los accesorios destacan las sandalias de punta cerrada y tacón de metal bajo, las bolsas tipo cubeta y los matices cosméticos del rosa, el azul, el bermellón, el amarillo y el infaltable contraste blanco-negro.