Hay quien dice que la comida inglesa tiene poco de donde salvarse, que todo podría ser olvidado y no pasaría nada en el mundo culinario. Todo menos Tea Time, que al pasar de los años, sigue siendo un inolvidable ícono inglés. Proponiendo un twist a lo convencional, el Brunello Bar en Baglioni London ofrece un Tea Time a la italiana.
Poca gente puede negar su amor hacia la clotted cream y quien lo haga encuentra refugio en los maravillosos jams ingleses. Pero por si acaso, Brunello ofrece la famosa crema italiana de Nutella para acompañar los scones, y es así como lo tradicional conoce otra nacionalidad. El Bar tiene tea time a la carta, con opción de pedir específicamente lo que se antoje, o de tomar un buen café italiano para quienes no adoren el té. Sin embargo, también cuenta con dos menús ya prediseñados: el inglés y el italiano.
La opción inglesa respeta la convención al pie de la letra. Se empieza con una copa opcional de champagne Françoise Monay y enseguida vienen los sándwiches. En el último nivel de la canastilla se ven unos de pepino con queso crema, otros de salmón, de huevo, de pollo y de roastbeef inglés. En el nivel mediano hay scones naturales y con pasas. Hasta arriba se encuentra la selección del chef de pasteles del día, como una tarta de limón y un pastelito de chocolate. Infalible y con mucho gusto, esta opción no deja de ser clásica y tentativa. Pero el encanto del Brunello está en su enfoque alternativo.
Cambiando el champagne por prosecco Villa Sandi o Bella Vista, degustamos el té a la italiana. Los sándwiches son más bien bruschettas, de jitomate con ricota, de vegetales mediterráneos a las brasas, de salmón, de huevo, y de bresaola con arúgula y parmesano. También en el nivel mediano hay scones naturales y con pasas, pero con la opción de acompañarlos también con Nutella. En la parte de postrecitos el chef nos deleita con una selección de lo mejor de Italia: tiramisú, profiteroles, pastel de chocolate capri, tarta de merengue de limón, sfogliatella napolitana, y cannoli con ricota y chispas de chocolate.
No va de más mencionar que el té es exquisito, con perfumes y mezclas especiales como el Darjeleen Earl Grey y unos mas exóticos como el té de Lapseng. Acompañados por música de piano en vivo y el dulce murmullo de los clientes y las sonrisas sutiles de los niños; todos confirmamos lo mismo: estamos encantados. Mientras que estoy de acuerdo que la comida inglesa no es particularmente para todos, insisto en que el té italiano en Baglioni satisface a quien sea. Se ven parejas de londinenses que visitan habitualmente el hotel fielmente para la hora del té, también se ve un grupo de amigas discutiendo algo muy emocionante, y al lado una familia con la madre untando Nutella al scone de su hijo.
Eso sí, se recomienda llegar con hambre para probar y disfrutar de todo lo que ofrece a la hora del té el Brunello en Baglioni.