François Michelin, nieto del fundador de la marca de neumáticos del mismo nombre que dirigió entre 1955 y 1999, falleció a los 88 años de edad, según ha anunciado el grupo en un comunicado.
La compañía afirmó que François Michelin fue durante los 47 años que la dirigió un «visionario y humanista» que «encarnó los valores que fundamentan la identidad» de la empresa. «Bajo su dirección, Michelin tuvo un desarrollo sin precedentes, impulsado por su pasión por la innovación y su exigencia de rigor al servicio de la calidad», agregó el grupo, que destacó que bajo su batuta «tuvo una dimensión internacional».
Sobre la muerte de su hijo Eduard:” Es el misterio de la fe. Edouard ya no está, pero queda un sentido, la vida de cada día tiene un sentido. Es la providencia… Rechazar la bondad infinita de Dios sería un acto de orgullo enorme, monstruoso”.
Sobre el poder hoy…. “Cuando pienso cómo vivía mi abuelo, comprendo que el dinero da mucha comodidad, pero si uno no presta atención puede convertirse en una droga. Mi abuelo me dijo ciertas cosas que yo custodio: la verdad y la realidad son más grandes que tú, y el dinero es un siervo, nunca un dueño”.
Sobre lo que transmitía a sus nietos…” Las cosas esenciales que he recibido: la realidad, la verdad. Y que nunca se puede prescindir de los hombres y que no se puede no amar lo que se hace”.
Sobre el futuro de las llantas… «Nuestro objetivo es fabricar neumáticos que duren tanto como el vehículo que los monta y que cada vez sean más seguros»
“Lo que es bueno para el cliente, también lo es para la empresa”.
Sobre la famosa guía gastronómica Michelin: “La fortuna de la guía es la exquisitez del gusto de los franceses”.
Sobre el negocio: «Si el producto es verdaderamente bueno para el cliente y uno llega a ponerlo en el mercado a bajo precio, el asunto está ganado.»