Estados Unidos y Cuba han ingresado en una nueva etapa en sus relaciones diplomáticas. Atrás quedan décadas de hostilidad y enfrentamiento y, aunque el bloque no ha sido levantado, ambos países comenzaron por un restablecimiento de relaciones.
El cambio de rumbo en la diplomacia también ha abierto nuevas posibilidades para las empresas, como es el caso de Airbnb, el popular servicio de alquiler de casas por Internet, que está permitiendo a turistas estadounidenses reservar alojamientos en Cuba.
La red ha informado que ya registra más de mil alojamientos disponibles en la isla, de los cuales casi el 40 por ciento están disponibles en La Habana y el resto en ciudades como Matanzas, Cienfuegos y Santa Clara, con posibilidad de expandirse a otras áreas.
Los expertos en turismo aseguran que Cuba cuenta con pocos hoteles de alta gama, y los que existen suelen estar llenos, por lo que la alternativa de alquilar una propiedad on line aparece como atractiva para los viajeros.
Airbnb permitirá a los cubanos alquilar habitaciones o casas completas bajo las regulaciones cubanas para las pequeñas empresas, y la compañía trabaja con sitios web para ayudar a los dueños a manejar reservaciones o pedidos en línea, ya que Internet no está disponible para todos en ese país.
Nathan Blecharczyk, co-fundador de Airbnb, aseguró que «no podemos estar más emocionados de que viajeros estadounidenses con permiso puedan experimentar la cultura única y la cálida hospitalidad que hace a la isla tan especial, por medio de nuestra nueva comunidad cubana».
Hasta el momento, los viajes de estadounidenses a Cuba continúan limitados a personas con familiares cubanos o aquellos que visitan bajo categorías específicas, como viajes culturales, religiosos o con motivos académicos.