El 28 de marzo de 2015 quedará marcado en el calendario como el día en el que el lujo perdió a uno de sus más importantes representantes: Gianmaría Buccellati.
Nacido en 1929, se convirtió en uno de los joyeros más reconocidos del mundo, gracias a su marca de accesorios de lujo y su trabajo en los materiales más exclusivos.
Buccellati diseñó joyas para varias casas reales y para personajes destacados de la jet set internacional, y fue el creador de la funda de celular más cara del mundo, perteneciente a la colección Única, inspirada en las ilustraciones solares de Leonardo Da Vinci y realizada en oro amarillo y blanco con diamantes.
La pieza, creada por la nieta del joyero ahora fallecido, Lucrezia Buccellati, fue valuada entonces en unos 210 mil dólares.
Gianmaria Buccellati fue hijo del fundador de la casa, Mario, quien se especializó a principios del siglo XX en el diseño de joyas en estilo art-déco, y en 1951 abrió su primera tienda en Nueva York, inaugurando su segunda localización tres años más tarde en la Quinta Avenida.
En 1979 abrió su tienda parisina, en Place Vendôme, y fue considerado por el Luxury Institute de Nueva York como una de las tres marcas más valoradas, junto con Harry Winston y Cartier, entre los consumidores de alta joyería.
Las creaciones de Buccellati se exhiben en Reggia Venaria, uno de los palacios de la familia real italiana de los Saboya, en una exposición recién inaugurada con el título de «El arte de la belleza».