Hemos escuchado muchas veces sobre la importancia de tener una rutina de belleza para mantener una piel luminosa y sin imperfecciones pero, lo que no siempre nos dicen es que no sólo es indispensable realizarlo todos los días, si no hacerlo correctamente para evitar dañar nuestra piel.
El Instituto Pond’s nos compartió los errores más comunes que cometemos al momento de realizar nuestra rutina de belleza:
• No usar el producto apropiado. Elegir una espuma para limpiar nuestro rostro puede ser muy agobiante debido a la gran variedad de opciones que existen en el mercado. Lo más importante, antes de decidirnos por un producto, es identificar qué tipo de piel tenemos y así determinar los ingredientes que necesitamos en una espuma facial. Con esto podremos escoger aquella que responda a las necesidades de nuestro cutis.
• No enjuagar correctamente. Es de suma importancia que nos aseguremos de lavar muy bien nuestro cutis con agua abundante, ya que de no hacerlo, pueden quedar residuos de espuma y éstos se acumularán en nuestra piel, obstruyendo los poros y causando resequedad.
• No Tonificar. Uno de los errores más comunes que cometemos es aplicar la crema facial justo después de la limpieza, sin antes tonificar. El tónico nos ayuda a eliminar la suciedad, balancear el PH de nuestra piel y prepararla para la hidratación. La mejor manera de aplicarlo es utilizando un algodón, realizando suaves movimientos circulares sobre el rostro.
• Abusar de la exfoliación. Este paso de nuestra rutina nos brinda grandes beneficios, entre ellos se encuentra, la eliminación de células muertas, la cual favorece la oxigenación de la piel. Sin embargo, si se realiza con demasiada frecuencia, puede llegar a causar irritación y resequedad. Lo más recomendable es exfoliarnos una o dos veces por semana, utilizando un exfoliante para rostro con textura suave.
• Temperatura incorrecta. Aunque enjuagarnos con agua caliente nos da una sensación de relajación y bienestar, ésta puede llegar a ser muy dañina para nuestro cutis. El agua muy caliente, suele resecar la piel provocando que pierda sus aceites naturales. Debemos enjuagarnos con agua tibia, de esta manera evitaremos que nuestra piel se reseque y obtendremos mejores resultados.