El nombre de Jaeger-Le Coultre ha estado indiscutiblemente ligado, desde su fundación en la primera mitad del siglo XIX, al Reino Unido y a su reconocido estilo british.
Semejante identificación ameritaba ya la apertura de una tienda de la cada relojera en Londres, algo que acaba de ocurrir, en el número 13 de Old Bond Street.
No por casualidad la firma ha visto en Londres un importante punto para los amantes de la relojería, vínculo que fuera reforzado con la medalla de oro que la ciudad otorgara al empresario fundador de la marca, Antoine LeCoultre, por su colaboración a la industria.
La flamante localización de Jaeger-LeCoultre cuenta con una superficie de 230 metros cuadrados, con siete salones de estilo Art Decó en los que ofrecerá sus lujosas y exclusivas creaciones.
En la boutique londinense, sus fieles clientes podrán encontrar históricos relojes de bolsillo, icónicos relojes Atmos, piezas de alta joyería y hasta una colección de Altas Complicaciones, muchas de ellas trabajadas en engastado, grabado y esmaltado.