Le pidieron 25, pero no se pudo contener y mandó 101 razones para saborear Perú.
Fine Dining Lovers le pidió a uno de los chefs más destacados del mundo, Gastón Acurio, que enumerara 25 razones por las cuales uno debería venir a saborear el Perú.
Sin embargo, cuando comenzó a realizar el texto, se dio cuenta que estaba en un terrible problema, y es que en su natal Perú existen más de 25 razones que podrían describir el ADN de su gastronomía, así que sin dudarlo les envió 101 razones.
“¿Cómo seleccionar 25 motivos? No me entiendan mal. Mi angustia no era porque no podría encontrar 25 motivos para venir a disfrutar de nuestra cocina. Todo lo contrario. Mi dilema era que había logrado reunir mas de 100 razones para venir a disfrutar los sabores del Perú, enamorarse de él y volver a casa a animar a todos a venir a visitarnos. La cocina como una poderosa herramienta de promoción turística que, al poner en valor nuestras experiencias, las convierte en historias únicas, mágicas y seductoras para aquellos que todavía no las han probado”. Afirmó en su columna para el diario Perú 21.
Tomen nota para su próxima visita a Perú, sin duda una privilegiada guía gastronómica para viajeros comelones.
1.-Las picanterías arequipeñas.
Las hermosas y aguerridas picanteras de Arequipa están más unidas que nunca por un gran sueño: hacer que los deliciosos platos de sus picanterías conquisten los corazones del mundo.
2.-Los cangrejos reventados de Huanchaco.
Cae la tarde, llegan los cangrejeros a la orilla de la playa de Huanchaco y los restaurantes como el Pisagua o El Caribe listos para hacer un cangrejo reventado para, literalmente, chuparse los dedos.
3.-Café del Perú.
Qué rico acabar una comida con un buen café. La buena noticia es que en el Perú contamos con cafés de talla mundial listos para gozarse en ese delicioso final que tanto se valora.
4.- El país de los cebiches.
El mundo se ha enamorado del cebiche como un plato y un concepto. Es importante recordar ahora que el Perú es la capital mundial de ese cebiche que todos aman.
5.- El cacao peruano.
El mundo ha recuperado el gusto por el cacao de verdad y las variedades únicas como las que hoy el Perú ya pone en valor y comparte para beneficio de sus pequeños productores.
6.- Los superfoods.
El consumidor de hoy busca en un producto placer, salud y bienestar. Quinua, chía, maca, camu camu, camote, maíz morado, ajíes valorados no solo por ser ricos, sino por lo que en buena parte del extranjero se conoce como “health and wellness”.
7.- Un juguito.
Nuestra inmensa variedad de frutas llena de exotismo nuestros jugos. La mano del peruano les da sabor único. Sea en una juguería como Las Delicias, sea en el mercado, un jugo surtido siempre será lo máximo.
8.- La calle Capón.
Pasearse por el barrio chino limeño, tomarse una tetera de té jazmín acompañada de siu mais, hakaos, mimpaos o chanchito asado en el Salón de la Felicidad o el Salón Capón es compartir la multiculturalidad del Perú.
9.- El mercado de Belén.
Parece que el gobierno ha decidido al fin poner en valor un mercado que, por su exotismo, podría ser el gran atractivo turístico de la Amazonía. Ojalá que así sea. Iquitos y el Amazonas tienen allí un gran tesoro.
10.- Un cebiche en Lagunillas.
Llegar a la Reserva de Paracas y esperar que lleguen los botes a Lagunillas. Comprar la pesca del día directamente al pescador del bote. Ir con el pescado al restaurante de la Tía Fela y pedirle que una parte la fría y con la otra haga un cebiche. No tiene precio.
11.- Cocinando en los manglares.
Una comunidad de pescadores de los manglares de Tumbes ofrece una experiencia mágica. Ir con ellos al manglar, buscar conchas negras , pescar róbalos o langostinos y luego regresar a su muelle privado para cocinar juntos el almuerzo. Un cebiche y un sudado. ¿Algo más?
12.- Almorzando con Hemingway
Bucear en la plataforma frente al muelle de Cabo Blanco y pescar con arpón unos deliciosos fortunos. Llevarlos al restaurante de la playa donde sus dueños muestran con orgullo su amistad con Hemingway. Un cebiche en la terraza, una langosta comprada en la orilla. El cielo.
13.- Una butifarra antes del teatro.
Al lado del Teatro Segura, sigue el Carbone ofreciendo una de las mejores butifarras del Perú. Una butifarra, una cervecita y al teatro más feliz que nunca.
14.- Choclos camino a Machu Picchu.
Quizás no lo saben, pero en verano los choclos del Valle Sagrado son los más grandes del mundo. Y, además, son deliciosos. Todos mis amigos cocineros lloran cuando los prueban.
15.- Miles de papas jamás vistas.
Debemos recordarle al mundo que somos los inventores de la papa. Y qué mejor que hacerlo mostrando sus variedades más originales, como la novia que llora o la sangre de toro. Para ello, el festival de papas nativas se organiza cada año en todo el Perú. Los restaurantes haciendo platos únicos con papas únicas.
16.- Un almuerzo en Catacaos.
Sus picanterías con sus tamalitos verdes y secos de chavelo, sus joyerías de plata y su gente amable. Visitar Catacaos para el almuerzo puede ser todo un descubrimiento.
17.- Pollo a la brasa peruvian style
Todas las cocinas tienen su pollo asado. Pero no todas tienen los ajicitos como acompañamiento y la sazón criolla de nuestros pollos a la brasa. Por ello, por único, es también ya un concepto en expansión internacional.
18.- Una huancaína en Huancayo.
Coger el tren en Lima y partir hacia Huancayo, cruzando la cordillera, es una oportunidad para descubrir la magia del valle del Mantaro y sus pueblos cercanos, sus truchas, sus panes, sus lechones y, por supuesto, su famosa huancaína hecha a la antigua usanza.
19.- El cebiche también es a la brasa.
Inspirado es las panquitas de life de Monsefú, Héctor Solís un día decidió ir más allá en su restaurante, el Fiesta. Hagámoslo con mero y que sea un cebiche a la brasa. Hoy es conocido mundialmente.
20.- Las bioferias.
Empezaron en el parque Reducto de Miraflores, luego en otros distritos y ahora arrancan en provincias. Las bioferias son ya un atractivo más de nuestra gastronomía.
21.- Una parihuela en el Callao.
Empezamos con un paseo por La Punta. Seguimos por Chucuito y terminamos en el Mateo con una suculenta parihuela.
22.- Anticuchos al caer la tarde.
Sea donde Grimanesa, Pochita o en su esquina favorita. Los anticuchos son un ícono del Perú al atardecer.
23.- El alfajor también es peruano.
En nuestro restaurante en San Francisco el público suele alabar mucho nuestros alfajorcitos con el café. Y suelen preguntarnos: ¿acaso no eran argentinos? Diferentes a los del país hermano, los alfajores también son peruanos.
24.- La avenida de los nuevos chifas.
La avenida Aviación se ha convertido en el escenario de toda una nueva generación de chifas llegados de regiones diferentes a cantón. El chifa Haitá, el Four Seas, el Pac Man son solo unos entre más de una docena por descubrir
25.- El caldo levantamuertos.
Mi gran amigo Alberto Chicote, famoso cocinero español, dijo hace unos días: “¡Que viva el caldo de gallina! Quiero la receta”. Le explicamos la receta y también que aquí vive un momento de apogeo. Hoy ya es un concepto.
26.- Comer en el mercado.
Si vamos al mercado de Surquillo, esta El Cevichano o el Mercado Gourmet. Si vamos a Jesús María, deliciosas cebicherías; y en Magdalena, cocina amazónica. Comer en el mercado nunca tuvo tanto glamour.
27.- Vamos a Pachacamac.
Almorzar en la casa de Don Cucho, en Chaxras o La Ladrillera en Cieneguilla es una oportunidad para disfrutar de un valle limeño que se resiste a perder la batalla contra la ciudad.
28.- Chicharrones.
El cerdo está de moda en el mundo, sobre todo sus partes más grasositas y jugosas. Cuando el turista da una mordida a nuestro pan con chicharrón, descubre, además, un mundo nuevo de camotito, salsa criolla y ají. Se enamora.
29.-El mejor restaurante de América Latina.
Central fue elegido por los Latin America’s 50 Best Restaurants como el mejor restaurante de la región en el 2014. Un honor que beneficia a toda la cocina peruana.
30.-El emolientero.
Un personaje que finalmente es reconocido como siempre mereció. Su figura de curador de almas matutinas con sus pócimas de la naturaleza le aporta enorme originalidad a la propuesta gastronómica peruana.
31.- Tarapoto hermoso.
De gente pujante, de paisajes idílicos, de enorme potencial turístico e industrial. Sus productos son únicos y sus tradiciones ni qué decir. Sus juanes, tacachos, cecinas. Viva Tarapoto.
32.- Huarochirí y alrededores.
Las chirimoyas más hermosas del planeta habitan en Cumbe, cerca a Chosica. Muy cerca existen otros pueblos y valles llenos de tesoros esperando buenas carreteras que los conecten, políticas que los promuevan, visitantes que vayamos a disfrutar de su tierra.
33.- Surquillo.
Aún no lo es, pero puede ser el gran distrito de la gastronomía, los artesanos y de la creatividad. Su mercado espera apoyo y una buena legislación, hace falta solo eso e inversión. El resto lo hará el joven peruano libre y creativo.
34.- Pueblo Libre
Museos, tabernas, calles peatonales. Pueblo Libre es uno de esos distritos tradicionales limeños donde sus vecinos pueden beneficiarse del turismo con poder adquisitivo.
35.- El ritual culinario.
La pachamanca, más que un plato, es una ceremonia. Como lo es la huatia. Como lo es el chancho al palo o la caja china. Sin embargo, la pachamanca es mucho más. Es conectarse con los Andes, la tierra, la historia. Una fiesta que enriquece cualquier experiencia turística.
36.- Mistura.
Cada año en setiembre vienen de todo el mundo miles de personas a Lima para visitar la mayor feria gastronómica del continente. Si bien hace años dejamos su organización, deseamos que siga logrando lo mismo por muchos años más.
37.- Sudado en la playa.
Son muchas las playas de pescadores en las que podrá encontrar el mismo ritual. Comprar al pescador un pescado entero para entregárselo a su esposa, que cocina en un pequeño restaurante sobre la arena y nos hará un sudado al instante. Otro de los lujos modernos. Comer con la mano, chupar el hueso.
38.- La lima, la granada y la guayaba.
Frutos de la Lima antigua que hoy viven un momento de esplendor en todo el mundo por motivos de bienestar, salud y exotismo. Recuperar estas frutas es aprovechar una gran oportunidad.
39.- La huatia surcana.
Una oportunidad para poner en valor el pueblo antiguo de Surco, su gente y sus tradiciones. Entre ellas, la más emblemática, la huatia surcana. Pruebe la de la familia Solór-zano y comprenderá todo.
40.- El comfort food.
El comfort food es la cocina más de moda en todo el mundo y es, precisamente, la que mejor define a la cocina peruana. La cocina generosa, de cuchara, a fuego lento, del guiso de abuela, la receta casera con destellos de creatividad, sazón y sentimiento. Como los peruanos.
41.- La cerveza del Perú.
Tenemos cervezas regionales deliciosas. En Cusco, Arequipa, Trujillo, Amazonía y Callao, y tenemos ahora cervezas artesanales creadas por jóvenes peruanos. Todas listas para acompañar la expansión internacional de nuestra gastronomía.
42.- Sazón criolla.
La presencia africana y española dialogando con nuestros antepasados fueron dando vida a una cocina. La cocina criolla. La del cau cau, la patita con maní y el ají de gallina. Una oportunidad para seguir rindiendo homenaje a nuestra Teresa Izquierdo.
43.- Tallarines verdes con apanado.
Pocos saben en el mundo que el Perú tuvo una gran influencia italiana en su cultura culinaria más reciente. Ese viaje De Liguria al Callao dio vida a decenas de sabores, marcas y conceptos que podemos seguir divulgando.
44.- Rachi fashion.
En el mundo hoy está en boga el consumo de interiores. En Nueva York y en Singapur. Y nosotros tenemos nuestros rachi, chanfainita, choncholí, patita, anticucho. Una deliciosa cocina peruana con muchos platos de interiores hoy buscados hasta por los niños.
45.- El tiradito tiene swing.
Hoy el tiradito compite cara a cara en el mundo con el sashimi y ha hecho que el carpaccio sea historia. Nuestros tiraditos de mil colores creados por nuestros talentosos cocineros hoy tienen mucho swing.
46.- Habla, king kong.
Tenemos una dulcería heredada del mundo árabe y español que se expresa de forma diversa y original a lo largo y ancho de todo el país. Guargüeros, ponderaciones, voladores, bienmesabes, ranfañotes, turrones y el infaltable king kong norteño.
47.- El puerto en la ciudad.
La bahía de Lima es hermosa. Si no me creen, párense en el malecón de Chorrillos y obsérvela. Al final el muelle de pescadores sigue esperando que su autoridad lo ponga en valor y lo convierta en un pequeño pueblito de día y noche con pescadores y cocineros trabajando juntos para recibir a miles de visitantes.
48.- El valle más sagrado.
Pasar unos días en el Valle Sagrado de los Incas, desconectado de todo, es una hermosa forma de conquistar amores hacia el Perú. Spas, centros vivenciales, pequeñas granjas y huertas orgánicas, mercados de productores y artesanos, paseos a caballo, pachamancas, huatias, meditación. Todo lo que el mundo valora.
49.-Qué rica chicha.
Debido a sus pigmentos enmarcados dentro del health and wellness, el maíz morado en los próximos años se convertirá en un producto tan popular como la quinua. Y en esto jugara un rol muy importante su bebida emblemática, la deliciosa y heladita chicha morada.
50.-Los mejores erizos del planeta.
Cuando llegan los cocineros más importantes del mundo a Lima, lo primero que piden son erizos y más erizos. Los han probado en todas partes, pero saben que los de Ático y Marcona son inolvidables.
51.- Las frutas secretas.
Camu Camu, guanábana, sacha tomate, mamey, lúcuma, cocona, pacae y muchas más. En este mundo que valora y busca la diversidad, las frutas aún desconocidas nunca han tenido mejor oportunidad bajo una marca paraguas frutas del Perú.
52.- Pan con queso.
Tenemos recetas de panes y quesos diferentes por todo el Perú. Las diversas crisis ocasionaron que muchas de estas se pierdan o modifiquen en el camino. Lo que corresponde es hacer un plan para recuperarlas, registrar todas, capacitar con los mejores especialistas del mundo de la panadería y quesería, y finalmente disfrutar de los resultados para beneficio de artesanos, queseros, panaderos. Después de todo, ¿a quién no le gusta el pan con queso?
53.-El Norte chico.
Sus playas aún poco difundidas, sus campiñas y lo que nos convoca, su hermosa cocina, hacen del Norte chico, desde Huaral hasta Chimbote, tierra de delicias culinarias como el cebiche de pato, la salchicha huachana, los tamales de Supe, el jugoso chimbotano.
A visitarlo se ha dicho.
54.-La Huaca del Sol y la Luna.
Enigmática, mágica, imperturbable, la Huaca del Sol y la Luna domina un fértil valle de ajíes mocheros y señoras cocineras que guardan recetas antiguas que uno, previa cita, puede disfrutar.
55.- Lima universal.
Una ciudad, para que demuestre su cosmopolitismo, debe acoger no solo cocina propia sino también celebrar cocinas foráneas. Lima hoy cuenta con excelentes restaurantes italianos, regionales chinos, coreanos, argentinos y japoneses. Pero debemos promover mucho más la venida de locales provenientes de Tailandia, Vietnám, México, Francia, Alemania, India, Marruecos… a sumar a la escena culinaria local.
56.-Máncora bajo el sol.
Temprano por la mañana, pescadores de langosta se pasean por la playa ofreciendo su pesca. Una parrilla, el toque personal y que todo el mundo se entere.
57.-Cruzando el amazonas.
Hay excursiones inolvidables que parten desde Iquitos. Desde el más lujoso e inolvidable Aqua, hasta otras opciones mas democráticas. La excursion incluye una muestra de la exótica gastronomía amazónica.
58.-Las vacas con nombre y apellido.
Visitar cajamarca es también oportunidad para descubrir sus deliciosos quesos y productos lácteos, sus jamones, humitas, chicharrones y su caldo verde. Visite los establos donde a las vacas se les llama por su nombre.
59.-Las quinuas de colores.
El mundo se ha enamorado de la quinua para beneficio de miles de pequeños agricultores peruanos. Su crecimiento será vertiginoso en los próximos años. Contarle al mundo que aquí las quinuas tienen mil colores es un arma más de seducción.
60.-Ají amarillo is for lovers.
El mundo se ha enamorado del picante. La buena noticia es que todavía no se tiene muy claro que contamos con cientos de ajíes y, entre ellos, uno que se convertirá muy pronto en estrella mundial, el ají amarillo del Perú.
61.- La pesca deportiva.
Sea en caña en la playa El negro en Ica, sea a cordel en las peñas del Sur chico, buceando con snorkel y arpón o en alta mar buscando el atun, el mar peruano ofrece múltiples oportunidades para hacer de la pesca deportiva responsable un importante atractivo turístico gastronómico. Pescas y luego el cebiche más fresco del mundo.
62.- Estudiar en el Perú.
Existen escuelas de gastronomía en el Perú que cuentan con estudiantes venidos de decenas de países diferentes atraídos por la gastronomía peruana y, por supuesto, por una Lima capital gastronómica de América. Es la carrera con más estudiantes extranjeros. Una forma de turismo y atracción de divisas y protagonismo, si se quiere. El reto es ahora que las mejores sean cada día mejores y las que son solo mero negocio y cero calidad vayan quedando en el olvido.
63.-Leche de tigre bars.
En los últimos años se vienen abriendo barras de leche de tigre que ademas sirven nuestra deliciosa cocina marina. Tiger milk bars, un concepto que seguirá dando que hablar.
64.-La kañihua top secret.
Los estudios de futuras tendencias de consumo mundial hablan de un grano que podría superar al auge de la quinua. La kañihua. Sus propiedades alimenticias superiores, su enigmático sabor y su conexión con la mística andina son sólidos argumentos
65.-Un cancacho.
Luego de visitar a nuestros entrañables hermanos en sus hermosas islas del lago Titicaca, no se olvide de probar el cancacho. Cordero de ayaviri, delicioso, jugoso, doradito, horneado en leña por hermosas y orgullosas damas puneñas.
66.-El lago escondido.
Una de las más hermosas lagunas del Perú está en el departamento de Apurimac. La laguna de Pacucha. Un hermoso hotel boutique, respetuoso del paisaje, de su gente y del ambiente , que integre a productores, productos y tradiciones culinarias locales, podría seducir al más exigente viajero internacional.
67.-El rey de los crustáceos.
No es del mar, vive en los ríos. Su sabor y su coral no se parecen a ninguno. Salvo en el Rímac, esta prácticamente en todos los ríos que descienden de los Andes a la Costa. Es el rey camarón. Por si a caso, estamos en veda hasta abril.
68.-El cebiche latin lover.
Siempre que compartimos un cebiche de conchas negras con un visitante, le contamos el mito. Comes uno y luego nadie te detiene. Siempre nos lo creen. Estamos en veda hasta fines de abril.
69.-Todas las regiones en una misma ciudad.
Si uno quiere probar la gran cocina norteña tienes el Fiesta, La picantería o Don Fernando. Si quieres viajar a Trujillo, el restaurante Huanchaco; a Huancayo, el Huancahuasi; a Arequipa, El rinconcito de Tiabaya y así. En Lima tenemos dignísimas embajadas de las cocinas regionales de todo el Perú.
70.-Un arrocito a la peruana.
No es una paella, no es un risotto. son los multiculturales arroces del Perú. Desde un chaufa hasta un arroz con mariscos. Desde un arroz con choclo hasta un aguadito. Pronto el mundo se enamorará de ellos.
71.-Bye ketchup.
El auge de la cocina peruana en el mundo será el auge de nuestras salsas. El sueño de que nuestras huancaínas y cremitas de ají le hagan frente al ketchup nunca estuvo tan cerca.
72.-La tierra del chupe.
Palabra hermosa y fácil de pronunciar que ademas define un concepto cada día más popular en el mundo. Las sopas y platos de cuchara. Desde el delicioso chupe de habas o quinua, hasta el emblemático chupe de camarones. Ya viene, el chupe.
73.-Vuelve el artesano.
Una de las panaderías que más ha sonado en el mundo es El pan de la chola. Una de las carnicerías que más cobertura internacional ha tenido es Osso. Ambas en Lima. Ambas son solo el comienzo. El pequeño comercio y el artesano han vuelto.
74.-Las cremoladas.
En Italia sus granizados los venden como símbolo nacional. Son un atractivo turístico. ¿Nuestras cremoladas hechas con frutas no son acaso igual de mágicas? Por supuesto. Ahí tenemos otro atractivo por explotar.
75.-Las tabernas limeñas.
Ejemplo vivo del mestizaje italoperuano. Empiece en el Cordano del centro. Siga al Carbone y el Queirolo de pueblo libre. Termine en el Juanito de Barranco.
76.- La trucha de los Andes.
En el mundo la producción de salmón se enfrenta a cuestionamientos. Por ello, una trucha críada de manera responsable por comunidades de compatriotas aprovechando el momento es algo que está sucediendo y sucederá más en la medida que consumamos este manjar. Es deliciosa.
77.-Tacna heroíca.
Ya es un polo turístico para el turista chileno, lo que toca es potenciarlo aún más. Su cordero de candarave, sus ajíes, zapallos y aceitunas. Sus quesos y aceites de oliva. Su pastel de choclo, su marraqueta y demás platos de influencia italiana. Tacna puede tener en el turismo su fuente más importante de ingresos. A trabajar con inteligencia por ello.
78.-Tesoros dulces de Moquegua.
Moquegua lo tiene todo para brillar y llevar prosperidad a su pueblo. Riqueza marina, riqueza minera, pero sobre todo riqueza con valor agregado. Turismo, pisco, uva, aceitunas, frutos, tradiciones, historia, parajes, y todo acompañado de sus deliciosos dulces moqueguanos.
79.-La ruta del pisco.
Ica prospera para beneficio de su gente. Pero es solo el comienzo, puede ir mucho más lejos. El turismo es una gran opción. Turismo vivencial en Chincha, turismo de placer y aventura en Paracas. Y, otro ejemplo, las rutas del pisco en la tierra de los grandes piscos del país. La poderosa agricultura iqueña tiene en el turismo un gran aliado.
80.-Lunahuaná.
Cuando acaba la veda de camarones ir a Lunahuaná es una excursión que al turista siempre fascina. Pescar camarones, cocinarlos en alguno de sus deliciosos restaurantes, probar los piscos locales, dejar caer la tarde, volver a Lima con una sonrisa.
81.-El Sur chico.
Punta hermosa y su onda tablista, Pucusana y su pueblo de pescadores, Asia y su desenfreno nocturno. El Sur chico es un atractivo turístico de Lima cada verano. La oferta gastronómica es además el complemento perfecto.
82.-El mar despensa.
La fama de nuestro mar y sus deliciosas riquezas ya traspasa fronteras. Los cocineros del mundo tienen sana envidia por las maravillas que encontramos desde Tumbes hasta Tacna. Ahora toca cuidarlo, conservarlo, hacer lo que haga falta para que viva para siempre y, sobre todo, que beneficie al pescador artesanal.
83.-La pequeña agricultura.
El consumidor mundial ha hablado. No nos interesan más los productos sin historia, los comodities; nos interesa lo original, lo único, lo diverso, lo diferente, lo que viene del pequeño agricultor y por ello sí estamos dispuesto a pagar. El Perú, tierra de más un millón de pequeños agricultores, debe aprovechar esta enorme ventana de oportunidad. Infraestructura, investigación, marcas colectivas, denominaciones de origen, estrategia comercial, herramientas todas para lograrlo.
84.-El buen Áncash.
No dejemos que unos malos ancashinos dañen la buena imagen de un pueblo que en su inmensa mayoría es trabajador, honrado, digno. Desde el pujante Chimbote, con sus playas y deliciosos cebiches, hasta el hermoso Caraz y sus deliciosos chips. Desde Chavín y Chacas, hasta Yanganuco y Tortugas. Áncash es tierra hermosa, de gente hermosa y cocina hermosa para el Perú y el mundo.
85.-La selva mas cerca.
Si uno cruza Ticlio, baja hacia Tarma y sigue su camino hacia Chanchamayo, de pronto aparece la hermosa ceja de selva peruana. De allí, una ruta que nos lleva por Oxapampa, Villa Rica y deliciosas campiñas, bosques, frutos y platos en los que la influencia austroalemana se deja notar sin pudor, más bien con orgullo. El buen orgullo. Vamos todos a visitarlos.
86.-Oropesa.
Si uno sale del aeropuerto del Cusco en dirección contraria, llegamos rápidamente a Oropesa, un pueblo hermoso en el que todos son panaderos y todos tienen su horno de leña encendido horneando el pan chuta. Una experiencia que nadie debería perderse.
87.-La cocina limeña.
No es la cocina criolla de ayer, ni la cocina peruana en general. Es la cocina de la Lima de hoy, la multicultural, la que recibió gentes de todo el mundo pero también de todos los rincones del país. ¿Dónde encontrarla? Mire bien, está la vuelta de su esquina. Yo, por lo pronto, me voy a Isolina de José del Castillo, en Barranco.
88.- Sushi a la peruana.
El sushi a la japonesa es un éxito en todo el mundo. Los nigiris de corte nikkei que hace Micha Tsumura en su restaurante Maido, en Lima, dejan boquiabiertos a quien los prueba.
89.-El huarique.
A puerta cerrada como mi amigo Javier Wong o de boca en boca como Al Toke Pez en Surquillo, Lima está llena de huariques donde cocineros con nombre y apellido comandan sus cocinas cada mañana, cocinando menús cortos pero definitivos, personales, deliciosos. Y esto es hoy en día la nueva definición del lujo.
90.-El seco que no está seco.
Cuando una hace la ruta Moche y recorre Trujillo, Chiclayo y Piura. Hay un plato hermoso común a todos sus pueblos, el seco de cabrito. El acompañante perfecto para disfrutar las maravillas de nuestros antepasados. Con un seco jugoso, la vida es más sabrosa.
91.-Chupando mirando.
En Lima hay un museo privado que deja boquiabiertos a todos: el Museo Amano. Allí descubrirá telares chancas, que nos hace pensar que sus diseñadores eran los Giorgio Armani de la época. Si puede pídale al dueño una botella de pisco para hacer el recorrido, porque como él, buen japonés, bien dice: “el museo siempre mas bonito, chupando mirando”.
92.-Toshiro.
Toshiro llegó con Nobu a Lima a fundar la cocina japonesa en Sudamérica hace ya 40 años. Nobu se fue y se hizo famoso y rico combinando su cocina con los sabores del Perú. Toshiro se quedó en Lima para suerte nuestra.
93.-Los paisajes de Chachapoyas.
El departamento de Amazonas es uno de las más hermosos del Perú y también uno de los de mayor biodiversidad. Visitar Kuelap, la Laguna de los cóndores o las cataratas de Gocta son una oportunidad para descubrir cacaos únicos, cafés inolvidables, arroces y frijoles que jamás probaron antes. Un paraíso que aún espera su hora.
94.-Los cerros de Amotape.
Frente a Máncora uno se encontrara un inmenso bosque. En él la aventura, la belleza del paisaje y la fauna y flora están garantizadas.Y el sabor también. Con suerte encontrarán pescadores del enorme camarón de Chicama, con los cuales ,si no está en veda podrán hacer maravillas. Toda una excursión a promocionar.
95.-El paiche que salvó al paiche.
La familia Hochschild, en su afán de devolverle al Perú lo que este le dio, tuvo un sueño que se convertiría en un gran desafío. El paiche en cautiverio que salve al paiche salvaje. Y lo logró. Hoy, el delicioso paiche brilla en las mesas internacionales, mientras el paiche salvaje habita en los ríos del Perú mejor cuidado que antes.
96.- El barrio más hipster.
Barranco fue elegido como uno de los barrios mas hipsters del mundo. Y esto es una excelente promoción del Perú para un público joven. Los cocineros barranquinos no son la excepción. Tabernas, bares, cervecerías, picanterías, cebicherias, pizzerias, todas con la onda barranco que tanto gusta al extranjero.
97.-El frutero que se las trae.
Si uno va al mercado de productores de San Isidro, encontrará un frutero que se las trae. Recibe a diario a grupos de turistas y, por un módico precio, les da a probar todas nuestras frutas más emblemáticas, les explica de donde vienen y les ofrece una experiencia original y única. Así es el turismo de hoy. De experiencias íntimas y únicas como las del Peru.
98.-El pan con chimbombo en La Punta.
Sí, por qué no. Si el turista va a comer bocatas con calamares a Madrid, ¿por qué aquí, en la tierra del cebiche, no podemos contarle al mundo que comemos pan con huevera, con pejerrey o con escabeche de bonito? Claro que sí. Todo es cuestión de creérsela.
99.-Un adobo al amanecer.
Arequipa, ciudad hermosa, tiene también bares divertidísimos que le dan una envidiable vida nocturna. Al amanecer, luego de una noche loca, una sana costumbre se practica: un suculento adobo. De aquellos que nos harían regresar a Arequipa por siempre.
100.-Un chilcano en la mano.
La tarea de contarle al mundo que el pisco sour es lo máximo ha concluido. Ahora toca mostrar nuevas armas. Es hora de que el mundo se enamore del chilcano. Ya se está enamorando pero hay que perseverar.
101.-Creatividad a la peruana.
Rafael Piqueras, Diego Muñoz, Virgilio Martínez, Pedro Miguel Schiaffino o Micha Tsumura son cocineros peruanos que se han marcado un objetivo, que la creatividad culinaria aplicada a los nuestros peruanos sea reconocida en el mundo. Y vaya que lo están logrando a través del trabajo que hacen día a día en sus restaurantes, considerados los mejores de América Latina.