El papa Benedicto XVI tuvo una visita especial en el día de ayer. Es que recibió nada menos que al príncipe Carlos de Inglaterra y a su esposa, Camilla, en el Vaticano. De acuerdo a un portavoz del Santo Padre, hablaron de la defensa del medioambiente y la importancia del diálogo intercultural e interreligioso para la promoción de la paz y la justicia en el mundo.
Para la ocasión, el hijo de la reina Isabel II, y heredero al trono británico, llevó traje azul y corbata negra. Por su parte, Camila lució un vestido de seda negro y cubrió su cabeza con un velo del mismo color. Le llevaron al Papa como regalo una docena de platos de postre, en cerámica pintada a mano. Cuando le entregó los platos, el príncipe dijo sonriendo: “No sé si le serán útiles”.