El empresario Steve Jobs libró muchas batallas en su vida y su carrera. De la mayoría salió triunfador, lo que le significó ponerse al frente (fue cofundador) del gigante informático Apple.
Sin embargo, no pudo salir victorioso en su pelea más importante, la que lo enfrentó al cáncer y que le quitó la vida en octubre de 2011.
Entre otras cosas, Jobs no pudo disfrutar de «Venus», el superyate que él mismo diseñó y mandó a construir, y que está valuado en unos 130 millones de dólares.
Con 78 metros de eslora y 12 de manga, la embarcación de recreo fue diseñada por el empresario y con la colaboración del diseñador francés Philippe Starck.
El «Venus», que comenzó a construirse en 2009, cuando Jobs ya era consciente de la gravedad de su enfermedad y de que probablemente no viviría para disfrutarlo, fue visto por estos días en cercanías de las Islas Vírgenes británicas.
La emarcación muestra líneas angulosas en la proa, que tiene el mismo alto que el resto del casco, al estilo de los barcos de regata.
También se observa un ventanal en cubierta de 12 metros de largo por tres de altura, y su tripulación está conformada por catorce marineros.
El «Venus» fue botado un año después de la muerte de Jobs en los astilleros holandeses Koninklijke en presencia de la viuda del magnate, Laurence, y sus tres hijos.