El diseñador mexicano Alejandro Carlín fue elegido para vestir la nueva botella del vino Sala Vivé Brut, mientras que Macario Jiménez dotó de gran elegancia a Sala Vivé Fruité.
Sala Vivé es el único vino mexicano premiado por Robert Parker en The Wine Advocate.
La historia de Sala Vivé se remonta a inicios de siglo XX, en 1980, cuando se edifica la bodega Finca Sala Vivé marcando el inicio de una leyenda de calidad y excelencia, como lo muestra su experiencia vitivinícola y reconocimiento global.
La creación del vino insignia Sala Vivé ha sido un hito en la historia de los vinos nacionales, al ser el único y primer vino mexicano premiado con 87 puntos por la prestigiosa publicación de Robert Parker: “The Wine Advocate”.
Para su nueva imagen, Sala Vivé realizó una alianza con dos de los representantes más importantes a nivel mundial de la moda y el diseño mexicano: Macario Jiménez y Alejandro Carlín, quienes fueron los encargados de diseñar la nueva imagen de Sala Vivé.
Alejandro Carlín, con más de 10 años de experiencia en el ámbito de la moda, viste la nueva cara de Sala Vivé Brut, capturando a la perfección la personalidad de un vino de suaves aromas a pan recién horneado y aromas florales y a frutos cítricos. Carlín, a través de un diseño donde se resalta el lujo, la exclusividad y el glamour, reinventa el espíritu de la marca.
Una de las figuras haute couture más importantes y representativas de nuestro país a nivel internacional es Macario Jiménez, quien plasma en el nuevo diseño de Sala Vivé Fruité su impecable técnica, dibujando delicadas líneas entre las cuales se puede apreciar el color amarillo paja con finas burbujas de este vino de aroma suave y de fragancias de fruta madura con ciruelas y uva pasa, haciendo en conjunto un “Atavío con Alma”, como él mismo denomina su inspiración para este proyecto.