La piña siempre fue una fruta rica que favorece la digestión, mejora la función intestinal, combate las enfermedades infecciosas y es baja en grasas y calorías.
Algunos consejos a la hora de incluir la piña a las comidas diarias:
-A la hora de comprarla: búsquela de color anaranjado (aunque hay otras variedades que tiran a verde y no por ello son menos sabrosas), firme y que pese en la mano. Evite las que tengan manchas marrones, lo cual será índice de una excesiva maduración.
-Para conservarla lo mejor es colocarla en un lugar fresco.
-Para pelarla con facilidad, agárrela por arriba y, con un cuchillo pequeño y bien afilado, pélela lo más fino posible girando alrededor de la fruta
-Además de fresca, en almíbar, en ensalada o como ingrediente de ricos postres, también resulta deliciosa acompañando a platos de ave, cerdo o pescado.
La piña puede comerse sola o prepararse en almíbar. Es ideal para agasajar a invitados con postres naturales o acompañarlos dentro de una ensalada de frutas.