Convertir el agua en vino, como lo hizo Jesús en las bodas de Caná, ya no será sólo un pasaje de la Biblia, sino una realidad que sorprenderá a propios y extraños.
El «milagro» podrá ser observado y experimentado gracias a Kevin Bowyer y Phillip James, dos estadounidenses catadores de esta bebida y creadores de «The Miracle Machine» (La Máquina Milagrosa).
La fermentadora digital cuenta con unos sensores para monitorear la producción del vino, y con la ayuda de una aplicación para celular, indica qué ingredientes poner gracias a que cuenta con Bluetooth.
Además, mientras está en la fermentadora, la app muestra los datos de cómo se va desarrollando la bebida, hasta que este lista, informa Milenio.
Claro que para llegar a este brillante descubrimiento, Kevin y Phillip trabajaron dos años, en los que experimentaron en Silicon Valley.
También exploraron la posibilidad de acelerar el proceso de elaboración del vino mediante una baja cantidad de calor y un entorno controlado un teléfono inteligente.
No contentos con ello, analizaron la descomposición química exacta de algunos de los mejores vinos del mundo y se dieron cuenta de que, así como la industria de las fragancias es capaz de simular los olores, es posible replicar los delicados sabores de los vinos.
La Máquina Milagrosa permitirá tener el vino favorito por un precio mínimo del costo real de cada botella, y tendrá un costo de 499 dólares.